Hoy, 29 de abril de 2025, México se paralizará a las 11:30 de la mañana para realizar el Primer Simulacro Nacional del año. La Coordinación Nacional de Protección Civil, encabezada por Laura Velázquez Alzúa, ha convocado a todos los estados a participar en este ejercicio que busca, según el gobierno, fortalecer la cultura de prevención ante desastres. Pero, ¿es esto suficiente para garantizar nuestra seguridad en un país donde los sismos son una constante amenaza?
La hipótesis de este simulacro es un sismo de magnitud 8.1 con epicentro en el Golfo de Tehuantepec, Oaxaca. Este escenario, que simula un movimiento telúrico de gran intensidad, pondría a prueba la capacidad de respuesta de la población y las autoridades. En 11 estados, incluyendo Ciudad de México, Chiapas, Guerrero y Puebla, se activarán más de 14 mil altavoces para emitir la alerta sísmica, mientras que en la capital también se enviarán mensajes a celulares. Sin embargo, las pruebas anteriores han mostrado fallas en este sistema, dejando en duda su eficacia.
El gobierno federal, a través de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, insiste en que estos ejercicios son clave para preparar a la ciudadanía. Pero no todos están convencidos. En un país con alta actividad sísmica, donde los terremotos de 1985 y 2017 dejaron cicatrices imborrables, muchos cuestionan si un simulacro al año es suficiente para enfrentar una emergencia real. La falta de mantenimiento en infraestructura y la lentitud en la respuesta de las autoridades en desastres pasados no ayudan a generar confianza.
En la Ciudad de México, el ejercicio incluirá operativos masivos, como simulaciones de rescate en el Zócalo y en el centro comercial Reforma 222. También se desplegarán brigadas, refugios temporales y puestos de mando. Todo esto suena impresionante, pero ¿qué tan efectivos son estos planes cuando las vialidades colapsan y los recursos de emergencia son limitados? La ciudadanía merece respuestas claras, no solo promesas.
En otros estados, cada gobierno local adaptará el simulacro a los riesgos más comunes de su región, como inundaciones, huracanes o incendios. Por ejemplo, en Chiapas, donde 55 municipios cuentan con sistemas de alerta, se espera una participación masiva. Sin embargo, en zonas rurales o marginadas, la infraestructura para enfrentar desastres es prácticamente inexistente, lo que pone en riesgo a miles de personas.
La Secretaría de Marina también aprovechará para realizar un ejercicio de alerta por tsunami en el Pacífico, un recordatorio de que México enfrenta múltiples amenazas naturales. Aunque el gobierno presume coordinación, la realidad es que la comunicación entre dependencias y estados suele ser caótica en situaciones reales. Este simulacro debería servir para identificar esas fallas, pero ¿se tomarán medidas concretas después?
Para participar, las autoridades han pedido a la población registrar sus inmuebles en una plataforma digital antes de la medianoche del 28 de abril. El objetivo es que ciudadanos, empresas y escuelas diseñen planes de evacuación y identifiquen zonas seguras. Pero, en un país donde la burocracia reina, muchos se preguntan si este registro realmente servirá o si es solo un trámite más que quedará en el olvido.
El simulacro también pone a prueba el sistema de alertas en celulares, una tecnología que promete salvar vidas, pero que en 2024 mostró fallas significativas. En la Ciudad de México, se espera que cinco millones de usuarios reciban el mensaje de alerta, pero ¿qué pasa con quienes no lo reciben? Las autoridades han pedido reportar cualquier problema, pero la falta de transparencia sobre cómo se corregirán estas fallas genera escepticismo.
Mientras el gobierno de Claudia Sheinbaum presume este simulacro como un gran logro, la realidad es que la preparación para desastres en México sigue siendo un tema pendiente. Los simulacros son necesarios, pero sin una estrategia integral que incluya infraestructura moderna, capacitación constante y recursos suficientes, son solo un paliativo. La ciudadanía participa, pero espera más que discursos y ejercicios de una vez al año.
Este 29 de abril, a las 11:30 de la mañana, México se detendrá para practicar cómo sobrevivir a un desastre. La pregunta es: cuando llegue el momento real, ¿estaremos listos o seguiremos dependiendo de la improvisación? La respuesta, por ahora, no es alentadora.

Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.
¡Simulacro Nacional 2025! Alerta Sísmica Sonará en Todo México, pero ¿Estamos Realmente Preparados?
Compartir: