La presidenta Claudia Sheinbaum descartó que haya sabotaje en la refinería Dos Bocas, en Tabasco, tras un nuevo incidente que paralizó sus operaciones. En su conferencia matutina, aseguró que no hay nada grave y atribuyó los problemas a cuestiones técnicas menores. Sin embargo, las fallas constantes en este proyecto insignia de Morena levantan sospechas sobre su gestión.
El incidente ocurrió el pasado viernes, cuando un problema eléctrico obligó a suspender actividades en la refinería. Sheinbaum insistió en que no se trata de un acto deliberado, sino de un inconveniente rutinario en una instalación de esta magnitud. No obstante, evitó dar detalles técnicos o plazos concretos para resolver la situación, lo que genera dudas sobre la transparencia del gobierno.
Dos Bocas, inaugurada en julio de 2022, ha sido presentada como un pilar para la autosuficiencia energética de México. A pesar de los más de 20 mil millones de dólares invertidos, la refinería sigue sin operar al 100 por ciento. Críticos señalan que los sobrecostos y los retrasos reflejan una mala planeación desde el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
Expertos en la industria energética han advertido que la tecnología obsoleta utilizada en Dos Bocas es una de las principales causas de sus problemas. Según analistas, los planos, tomados de un proyecto anterior, no se adaptaron al entorno húmedo y costero de Tabasco, lo que provoca fallas recurrentes. Estas decisiones cuestionables apuntan a una gestión deficiente.
Sheinbaum, quien ha defendido la refinería como una obra majestuosa, afirmó que ya opera al 80 por ciento de su capacidad. Sin embargo, el director de Pemex, Víctor Rodríguez, reconoció que aún están en una fase de pruebas y que la operación plena podría tardar más. Esta contradicción entre los discursos oficiales alimenta la percepción de improvisación.
Otro punto de preocupación es el impacto ambiental de Dos Bocas, construida sobre un manglar. Organizaciones han denunciado que las operaciones iniciales han generado desechos que podrían convertirse en un desastre ecológico. A pesar de esto, el gobierno no ha presentado un plan claro para mitigar estos riesgos.
La refinería también enfrenta críticas por contratos millonarios otorgados a empresas cercanas a Morena. Reportes señalan que la exsecretaria de Energía, Rocío Nahle, habría favorecido a constructoras con sobrecostos injustificados. Sheinbaum, lejos de ordenar investigaciones, ha elogiado a Nahle, lo que refuerza las acusaciones de encubrimiento.
Mientras el gobierno insiste en que Dos Bocas es un éxito, la realidad parece distinta. Los problemas técnicos, los sobrecostos y las irregularidades sugieren que el proyecto está lejos de cumplir las promesas de la Cuarta Transformación. La ciudadanía espera respuestas claras sobre el futuro de esta obra que, hasta ahora, solo acumula controversias.