La presidenta Claudia Sheinbaum arremetió contra el expresidente Ernesto Zedillo tras sus críticas a la actual administración. En su conferencia matutina, la mandataria no se guardó nada y prometió ventilar los detalles del polémico caso Fobaproa, un episodio que marcó el sexenio de Zedillo y que, según ella, está lleno de irregularidades.
Sheinbaum acusó a Zedillo de hablar “impunemente” sobre la democracia en México mientras omite su responsabilidad en el Fobaproa, un rescate bancario que convirtió deudas privadas en una carga pública. La presidenta señaló que esta deuda, que los mexicanos seguimos pagando, estuvo plagada de corrupción y benefició a un pequeño grupo de empresarios.
Además, la mandataria anunció que a partir de este miércoles su gobierno comenzará a detallar públicamente qué fue el Fobaproa, cuánto costó y quiénes se beneficiaron. Sheinbaum aseguró que el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), heredero del Fobaproa, sigue siendo un lastre financiero para el país.
No solo eso, Sheinbaum también puso en la mira la pensión vitalicia de Zedillo, que asciende a 143 mil pesos mensuales. La presidenta pidió al Banco de México transparentar los detalles de este beneficio, cuestionando que Zedillo reciba dinero público mientras trabajó para empresas que, según ella, él mismo favoreció durante su gobierno.
La presidenta no se limitó al Fobaproa. Recordó las masacres de Acteal, El Charco y Aguas Blancas, ocurridas durante el sexenio de Zedillo, insinuando que el expresidente no tiene autoridad moral para hablar de democracia. También criticó las privatizaciones de ferrocarriles y el intento de privatizar el sector eléctrico en 1999.
Sheinbaum defendió la reforma judicial de su administración, que permite la elección popular de jueces, y rechazó las acusaciones de Zedillo sobre un supuesto autoritarismo. Según la mandataria, la oposición recurre a Zedillo como vocero porque ya no tiene figuras creíbles para criticar al gobierno.
El enfrentamiento entre Sheinbaum y Zedillo reaviva un debate sobre el pasado neoliberal de México. La presidenta insiste en que su gobierno representa una transformación que pone al pueblo primero, mientras acusa a Zedillo de haber favorecido a las élites durante la crisis de 1994.
Este choque político promete más revelaciones en los próximos días, con Sheinbaum decidida a exponer lo que califica como los abusos del sexenio de Zedillo. La pregunta ahora es cómo responderá el expresidente ante estas acusaciones que lo colocan en el centro de la controversia.