La inseguridad en Nuevo León no da tregua. Este martes, autoridades realizaron cateos en varios domicilios de la colonia San Gilberto, en Santa Catarina, como parte de las investigaciones por los violentos ataques contra sucursales de la cadena de restaurantes Pollo Loco. Los operativos, que incluyeron el aseguramiento de al menos una camioneta, reflejan la gravedad de la situación en la entidad.
Los cateos son una respuesta a una serie de atentados incendiarios que han sacudido a la zona metropolitana de Monterrey. Desde marzo, al menos cinco sucursales de Pollo Loco han sido blanco de bombas molotov y otros artefactos explosivos. Los ataques, ocurridos en municipios como Monterrey, Apodaca, Guadalupe y Santa Catarina, han dejado daños materiales significativos y a un guardia de seguridad herido.
Elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones, en coordinación con el Instituto de Criminalística y Servicios Periciales, lideraron las diligencias en los domicilios. Aunque las autoridades no han revelado detalles específicos, se presume que buscan indicios clave para identificar a los responsables. La Fiscalía General de Justicia de Nuevo León espera avances en las próximas horas.
El pasado 25 de abril, un cateo en la colonia Las Sombrillas, también en Santa Catarina, resultó en la detención de un joven de 19 años identificado como Alan. En ese operativo se aseguraron armas de fuego, drogas y una motocicleta que podría estar vinculada a los ataques. Este hecho encendió las alarmas sobre la posible participación de grupos criminales en los atentados.
La ola de violencia contra Pollo Loco comenzó a mediados de marzo, con incendios casi simultáneos en dos sucursales de Apodaca. Días después, los ataques se extendieron a Monterrey y Santa Catarina, donde una sucursal fue consumida por las llamas tras el lanzamiento de una bomba molotov. En otro incidente, empleados y elementos de Protección Civil lograron controlar un siniestro en la avenida Manuel Ordóñez.
A pesar de la magnitud de los hechos, la Fiscalía ha descartado que los ataques estén relacionados con extorsión, según declaraciones del fiscal Javier Flores. Sin embargo, la falta de claridad sobre los motivos y la ausencia de detenidos en la mayoría de los casos han generado incertidumbre entre la población.
La cadena de restaurantes, por su parte, anunció que colabora con las autoridades para reforzar la seguridad en sus sucursales. Los regiomontanos, que consideran a Pollo Loco un ícono local, ven con preocupación cómo la violencia afecta incluso a negocios cotidianos. Los ataques han generado pérdidas económicas y un clima de miedo en la comunidad.
Mientras los operativos continúan, los habitantes de Santa Catarina y de todo Nuevo León exigen respuestas. La escalada de violencia en el estado pone en evidencia los retos que enfrentan las autoridades para garantizar la seguridad. Los cateos son un paso, pero la pregunta sigue en el aire: ¿cuándo habrá resultados concretos para frenar esta crisis?