Por primera vez desde 2007, Novak Djokovic no participará en el Masters 1000 de Roma, un torneo donde ha dejado huella con seis títulos y una presencia constante. El anuncio, hecho por el propio tenista serbio, ha sorprendido a los aficionados, quienes esperaban verlo competir en el Foro Itálico.
Djokovic, de 37 años, explicó que su decisión responde a la necesidad de priorizar su preparación para Roland Garros, el segundo Grand Slam del año. Tras un 2024 sin títulos en el circuito ATP y con solo la medalla de oro olímpica en París como gran logro, el número 7 del mundo busca llegar en óptimas condiciones a la tierra batida de París.
El serbio expresó su tristeza por no estar presente en Roma, un torneo que considera especial. En sus redes sociales, escribió: “Extrañaré encontrarte el próximo año”, dejando entrever que su ausencia es temporal y que planea regresar en 2026.
Esta baja se suma a la de otros grandes nombres como Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, lo que abre la puerta a nuevos contendientes en el torneo italiano. Jugadores como Stefanos Tsitsipas, Casper Ruud o Andrey Rublev podrían aprovechar esta oportunidad para brillar.
En 2024, Djokovic tuvo un paso complicado por Roma, cayendo en tercera ronda ante el chileno Alejandro Tabilo en un partido donde se le vio lejos de su mejor nivel. Aquella derrota marcó un precedente de un año difícil para el serbio, quien no ha encontrado su mejor tenis.
La ausencia de Djokovic también tendrá un impacto en su ranking ATP. Actualmente en el séptimo puesto, perderá puntos importantes al no defender los de la edición anterior, lo que podría complicar su posición en la clasificación mundial.
El Masters 1000 de Roma, que comienza el 6 de mayo, sentirá la falta de una de sus máximas figuras. Sin embargo, el torneo promete emociones fuertes con una nueva generación de tenistas dispuesta a tomar el protagonismo.
Para Djokovic, el enfoque ahora está en Roland Garros, donde ha ganado tres veces. Su preparación será clave para intentar sumar su título número 100, una meta que se le ha resistido desde los Juegos Olímpicos de 2024.
Mientras tanto, los aficionados del tenis esperan que esta decisión sea un paso estratégico y no el inicio de un declive para una de las leyendas más grandes del deporte.