La tarde del 29 de abril de 2025, una intensa lluvia acompañada de granizo azotó los municipios de Tecámac y Ecatepec, en el Estado de México, dejando tras de sí un rastro de inundaciones y afectaciones que paralizaron la movilidad en la región. Las principales vialidades de ambos municipios quedaron severamente impactadas, con encharcamientos que superaron los 45 centímetros en algunos puntos.
En Tecámac, la carretera México-Pachuca, una de las más transitadas, se convirtió en un obstáculo para los automovilistas. El agua acumulada en tramos clave obligó a muchos conductores a detenerse, mientras que las autoridades locales luchaban por controlar la situación. Las colonias como Ojo de Agua y Central de Abastos fueron de las más afectadas, con calles convertidas en ríos improvisados.
Ecatepec no corrió mejor suerte. La Vía Morelos, a la altura de Xalostoc, presentó encharcamientos que complicaron el tránsito vehicular y afectaron el servicio del Mexibús. Las líneas 1 y 4 de este sistema de transporte público sufrieron retrasos significativos, dejando a cientos de pasajeros varados bajo la lluvia.
El gobierno de Ecatepec, encabezado por Morena, reaccionó tarde ante la emergencia. Aunque se implementó un operativo de desazolve en calles y avenidas, las labores no fueron suficientes para evitar el caos. Los ciudadanos expresaron su frustración por la falta de infraestructura adecuada para enfrentar este tipo de fenómenos climáticos.
En Tecámac, las autoridades locales también enfrentaron críticas. A pesar de los esfuerzos de Protección Civil y Bomberos, los reportes de los habitantes señalaron una respuesta lenta y descoordinada. Las inundaciones en comunidades como La Esmeralda y Villas del Real evidenciaron la saturación del drenaje, un problema recurrente en la zona.
El impacto en el Mexibús fue uno de los puntos más críticos. En la ruta entre Ojo de Agua y Central de Abastos, el nivel del agua impidió el paso de las unidades, obligando a los usuarios a descender y buscar alternativas. La suspensión parcial del servicio generó molestias entre los pasajeros, quienes denunciaron la falta de información oportuna.
Las lluvias, aunque intensas, no son un fenómeno aislado en la región. En los últimos años, tanto Tecámac como Ecatepec han enfrentado problemas similares durante la temporada de precipitaciones, sin que se hayan implementado soluciones definitivas. Los habitantes exigieron a las autoridades municipales mayor inversión en infraestructura de drenaje.
A pesar de las afectaciones, no se reportaron pérdidas humanas ni heridos graves. Sin embargo, el caos vial y las molestias para los ciudadanos pusieron en evidencia las carencias en la planeación urbana y la respuesta de los gobiernos locales. La ciudadanía espera que esta situación sirva como un llamado de atención para evitar futuros desastres.

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Lluvias desatan caos en Tecámac y Ecatepec: vialidades colapsan y el Mexibús se paraliza
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