Un joven de apenas 26 años, identificado como Brandon Alexis, fue brutalmente asesinado a balazos en el estacionamiento de una plaza comercial en Apodaca, Nuevo León. El crimen ocurrió la noche del lunes, cuando la víctima, citada en el lugar, fue sorprendida por hombres armados que no le dieron oportunidad de defenderse.
Según testigos, los agresores dispararon en repetidas ocasiones contra Brandon, quien quedó sin vida dentro de su vehículo. El ataque, perpetrado con una precisión escalofriante, desató el pánico entre los presentes en la Plaza Altea Huinalá, un lugar concurrido por familias y jóvenes.
Elementos de la Policía Municipal de Apodaca llegaron al lugar tras el reporte al 911, pero ya era demasiado tarde. Paramédicos confirmaron que el joven no presentaba signos vitales. La escena, marcada por casquillos percutidos y un vehículo acribillado, reflejaba la crudeza del ataque.
Las autoridades de la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León acordonaron la zona para iniciar las investigaciones. Hasta el momento, se sabe que el crimen podría estar relacionado con un ajuste de cuentas, aunque no se han revelado detalles sobre los motivos o los responsables.
Este asesinato se suma a una ola de violencia que sacude a Apodaca y a todo Nuevo León. En las últimas semanas, el municipio ha sido escenario de ataques armados, ejecuciones y persecuciones que mantienen a la población en constante alerta.
La falta de resultados concretos por parte de las autoridades estatales y municipales es un clamor entre los ciudadanos. Mientras los operativos de seguridad se intensifican, los delitos de alto impacto no parecen dar tregua, dejando a las familias con miedo de salir a las calles.
Vecinos de la zona expresaron su indignación y temor. Muchos aseguran que lugares como plazas comerciales, antes considerados seguros, ahora son blanco de la delincuencia. La pregunta que todos se hacen es: ¿hasta cuándo seguirá escalando esta crisis de inseguridad?
La investigación sigue en curso, pero los avances son lentos. La ciudadanía exige respuestas y, sobre todo, acciones efectivas para frenar la violencia que está robando la tranquilidad de Nuevo León. Casos como el de Brandon Alexis no pueden seguir siendo solo una estadística más.