Un helicóptero que trasladaba brigadistas para combatir un incendio forestal en la sierra de Arteaga, Coahuila, se desplomó tras perder estabilidad durante una maniobra de aterrizaje. El accidente ocurrió en el Cañón de La Rioja, una zona montañosa afectada por un incendio que comenzó el pasado lunes.
La aeronave, un Bell 212, transportaba a siete brigadistas y un piloto, todos los cuales resultaron con lesiones menores. Según la Subsecretaría de Protección Civil de Coahuila, el helicóptero realizaba maniobras de aproximación cuando perdió el control, lo que obligó al piloto a realizar un aterrizaje forzoso.
Tras el impacto, la aeronave se incendió, pero los ocupantes lograron salir a tiempo, evitando una tragedia mayor. Equipos de rescate actuaron de inmediato, evacuando a los heridos en otro helicóptero hacia el centro de control del incendio.
Los ocho lesionados fueron trasladados a un hospital privado en Saltillo para una revisión médica completa. Las autoridades confirmaron que todos presentan heridas leves y se encuentran fuera de peligro, aunque permanecen bajo observación.
El incendio en La Roja, que lleva días activo, ha requerido la movilización de recursos aéreos y terrestres debido a las condiciones adversas del terreno y el clima seco. La operación con helicópteros es común en esta zona de difícil acceso, pero este incidente pone en evidencia los riesgos que enfrentan los brigadistas.
La alcaldesa de Arteaga, Karen Sánchez Flores, destacó la valentía del personal que continúa trabajando en la contención del incendio. Las autoridades locales han intensificado las labores para controlar el fuego, que sigue activo en la sierra.
El Gobierno de Coahuila emitió un comunicado reconociendo el esfuerzo de los equipos de emergencia y pidió a la ciudadanía evitar difundir rumores. Se espera que las investigaciones determinen las causas exactas del accidente.
Este incidente resalta los peligros de combatir incendios forestales en regiones como Coahuila, donde más de 30 siniestros han afectado miles de hectáreas este año. La seguridad de los brigadistas se ha convertido en una prioridad para las autoridades.
A pesar del accidente, las labores de combate al incendio no se han detenido. Personal de Protección Civil, SEDENA, Guardia Nacional y CONAFOR siguen coordinando esfuerzos para proteger las comunidades cercanas.
La rápida respuesta de los equipos de rescate y la atención médica oportuna evitaron un desenlace fatal, pero el suceso subraya la necesidad de reforzar las medidas de prevención y seguridad en estas operaciones de alto riesgo.