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El cónclave para elegir al nuevo papa comenzará el 7 de mayo en la Capilla Sixtina, tras la decisión tomada por los cardenales en su quinta reunión general. La primera votación se llevará a cabo esa misma tarde, luego de una misa solemne, según confirmó el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni. Este evento marca un momento crucial para los 1,400 millones de católicos en el mundo, quienes esperan la elección del sucesor de Francisco.

Más de 180 cardenales han participado en las reuniones previas, de los cuales más de cien son electores, es decir, menores de 80 años con derecho a voto. Sin embargo, no está claro si los 134 cardenales electores previstos estarán presentes, ya que algunos podrían llegar tarde por cuestiones de salud. Hasta ahora, solo el cardenal español Antonio Cañizares ha confirmado que no asistirá al cónclave.
La elección del nuevo papa comenzará con una procesión hacia la Capilla Sixtina, donde los cardenales cantarán el himno Veni, Creator Spiritus y prestarán un juramento de secreto. Ese día, se realizarán una o dos votaciones, dependiendo del tiempo disponible tras los protocolos. En los días siguientes, habrá cuatro votaciones diarias, dos por la mañana y dos por la tarde.
Para que un candidato sea elegido papa, debe obtener dos tercios de los votos, lo que equivale a cerca de 88 apoyos. Si no se logra un consenso tras dos rondas de votación, las papeletas se queman, produciendo el característico humo negro. Solo cuando se alcance la mayoría necesaria, el humo blanco anunciará al mundo la elección del nuevo pontífice.
El proceso está regulado por la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, que establece que el cónclave debe iniciar entre 15 y 20 días después de la muerte del papa. Francisco falleció el 21 de abril, y los cardenales optaron por el 7 de mayo, tomando un día adicional para debatir el futuro de la Iglesia. Este tiempo extra refleja la importancia de las discusiones previas.
En las reuniones generales, los cardenales han intercambiado visiones sobre los desafíos de la Iglesia y las cualidades que debe tener el próximo papa. Durante la quinta congregación, 20 cardenales expusieron sus perspectivas sobre la relación de la Iglesia con el mundo moderno. Estas discusiones son clave para perfilar a los posibles candidatos.
La Capilla Sixtina, adornada con los frescos de Miguel Ángel, ya fue cerrada al público para preparar el cónclave. Los cardenales se alojarán en la Casa Santa Marta, la residencia donde vivió Francisco durante su pontificado. Este lugar será su hogar mientras dure el proceso de elección.
El cónclave podría durar entre dos y tres días, según experiencias recientes, lo que situaría la elección del nuevo papa entre el 8 y el 9 de mayo. Sin embargo, en casos como el de 1978, cuando se eligió a Juan Pablo II, el proceso se extendió por la falta de consenso inicial. Esta vez, el escenario apunta a una elección compleja, pero posiblemente rápida.
La diversidad de los cardenales electores, provenientes de 70 países, añade un elemento de imprevisibilidad. Aunque el 80% fueron nombrados por Francisco, no todos comparten su visión, lo que podría influir en la elección. Algunos fieles, como Patricia Spotti, una italiana de 68 años, esperan que el nuevo papa continúe el legado de apertura de Francisco.
El mundo estará atento a la fumata blanca que anunciará al nuevo líder espiritual de la Iglesia católica. Este cónclave no solo definirá el rumbo de la institución, sino que también reflejará las prioridades de una Iglesia que enfrenta retos globales en un contexto de cambio constante.

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