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Delfina Gómez bajo la lupa: Inaugura instalaciones de la Guardia Nacional en Valle de Chalco, pero ¿es suficiente?

La gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, encabezó la inauguración de nuevas instalaciones de la Guardia Nacional en Valle de Chalco, un municipio marcado por la inseguridad. El evento, que buscaba proyectar un avance en materia de seguridad, también incluyó el arranque de 30 nuevas patrullas municipales. Sin embargo, las promesas de un entorno más seguro no terminan de convencer a los ciudadanos, que siguen enfrentando altos índices de violencia.
Las instalaciones, pertenecientes a la 178ª compañía de la Guardia Nacional, fueron presentadas como un paso clave para reforzar la seguridad en la región. Según las autoridades, estas forman parte de un plan nacional para ampliar la cobertura de la corporación. Pero en un municipio donde los delitos como robos y homicidios son una constante, la pregunta sigue siendo si estas medidas realmente atacan el problema de raíz o son solo una fachada para calmar las críticas.
Durante el evento, Gómez destacó una supuesta reducción del 26% en homicidios y del 38% en robos de autos en el estado. Estas cifras, aunque llamativas, contrastan con la percepción de los habitantes, quienes reportan que la inseguridad sigue siendo una de las principales preocupaciones. Las estadísticas oficiales suelen ser cuestionadas, y en Valle de Chalco, la realidad parece estar lejos de los números presentados.
El inspector jefe de la Guardia Nacional, Arturo Silvestre Ramírez Villalba, habló de la importancia de la colaboración ciudadana para construir una “sociedad fuerte y unida”. Sin embargo, sus palabras suenan a discurso repetido cuando los ciudadanos denuncian una falta de acción efectiva contra el crimen organizado. La Guardia Nacional, que debería ser un aliado contra la violencia, enfrenta el desafío de demostrar resultados tangibles en un entorno donde la desconfianza predomina.
Por otro lado, el banderazo de salida a las 30 patrullas municipales fue otro de los puntos destacados del evento. De estas, 25 son unidades equipadas para la Policía Municipal, dos son patrullas ambientales, tres para recuperación de vehículos y una para asuntos internos. Con un costo de más de 36 millones de pesos, provenientes del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios, estas adquisiciones buscan reforzar la vigilancia local.
El alcalde de Valle de Chalco, Alán Velasco Agüero, acompañó a la gobernadora en el evento, pero su gestión también está bajo escrutinio. Los habitantes exigen resultados concretos, no solo eventos protocolares. La inversión en patrullas suena prometedora, pero sin una estrategia clara contra el crimen, estas unidades podrían quedarse en meros adornos para las calles del municipio.
La inauguración llega en un contexto complicado para el gobierno de Morena en el Estado de México. Delfina Gómez, quien asumió el cargo con promesas de transformación, enfrenta críticas por no lograr un cambio significativo en la seguridad. Valle de Chalco, con casi 400 mil habitantes, es un punto clave para demostrar que su administración puede cumplir, pero los avances parecen lentos frente a las expectativas.
El evento también sirvió para que Gómez reiterara su compromiso con la coordinación entre los distintos niveles de gobierno. Sin embargo, la retórica de unidad y cooperación choca con las quejas de los ciudadanos, que sienten que las autoridades federales, estatales y municipales no están sincronizadas. En un estado donde la delincuencia no da tregua, las palabras bonitas no bastan.
Mientras tanto, la población de Valle de Chalco sigue a la espera de un cambio real. La inseguridad no solo afecta la tranquilidad, sino también el desarrollo económico y social de la región. Las nuevas instalaciones y patrullas son un paso, pero insuficiente si no van acompañadas de una estrategia integral que aborde las causas profundas de la violencia.
La gestión de Delfina Gómez está en el ojo del huracán. La inauguración de estas instalaciones puede ser un intento por mostrar resultados, pero en un municipio donde el crimen sigue siendo una sombra constante, las acciones de su gobierno serán juzgadas por los hechos, no por los discursos. La seguridad en Valle de Chalco sigue siendo una asignatura pendiente.

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