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Trump sacude el mundo en sus primeros 100 días con una guerra comercial que mantiene en vilo a los mercados

Donald Trump ha marcado sus primeros 100 días como presidente de Estados Unidos con una agresiva política de aranceles que ha desatado una guerra comercial global. Desde su llegada a la Casa Blanca, ha impuesto gravámenes a países clave como México, Canadá y, especialmente, China, generando incertidumbre en los mercados financieros y temor a una recesión mundial. Las bolsas, que inicialmente celebraron su victoria electoral, ahora enfrentan caídas históricas ante las tensiones comerciales.
El foco principal de esta ofensiva comercial ha sido China, con aranceles que han escalado hasta un 145 por ciento en algunos productos. Esta medida, justificada por la Casa Blanca como una respuesta a prácticas comerciales desleales, ha provocado represalias inmediatas de Pekín, que impuso aranceles equivalentes y advirtió que no cederá en esta disputa. La escalada ha sido descrita como un peligroso juego de suma cero, donde ningún país parece dispuesto a retroceder.
Los mercados globales han sentido el impacto de inmediato. Wall Street, que vivió jornadas de euforia tras la elección de Trump, ha registrado pérdidas significativas, con el índice S&P 500 cayendo más de un 12 por ciento en abril. Empresas como Tesla, liderada por Elon Musk, han perdido hasta un 28 por ciento de su valor en bolsa debido a la interdependencia del sector automotriz con México y Canadá, también afectados por aranceles del 25 por ciento.
La economía estadounidense, la más grande del mundo, muestra señales de debilitamiento. El Fondo Monetario Internacional recortó sus previsiones de crecimiento global en medio punto, atribuyendo la desaceleración a las políticas proteccionistas de Trump. En Estados Unidos, la confianza del consumidor ha caído a su nivel más bajo desde 2021, y los analistas advierten que la inflación, impulsada por el aumento de costos, podría dispararse en los próximos meses.
A nivel internacional, las reacciones no se han hecho esperar. Canadá y México han respondido con aranceles de represalia, mientras que la Unión Europea amenaza con medidas similares si Trump no suaviza su postura. Incluso aliados cercanos, como el primer ministro canadiense Justin Trudeau, han expresado su frustración tras tensas conversaciones con el presidente estadounidense, marcando un deterioro en las relaciones diplomáticas.
Sin embargo, la presión de los mercados ha obligado a Trump a moderar algunas de sus medidas. A principios de abril, anunció una pausa de 90 días en la mayoría de los aranceles, exceptuando los dirigidos a China. Esta decisión, interpretada como un retroceso táctico, permitió una breve recuperación de las bolsas, aunque la incertidumbre persiste sobre los próximos pasos de la administración.
Economistas advierten que las políticas de Trump podrían llevar a una recesión global si no se alcanza un equilibrio. El concepto de “trumpflation”, que surgió en su primer mandato, ha resurgido para describir el riesgo de una inflación descontrolada derivada de los aranceles. Grandes minoristas como Target y Bestbuy ya han anunciado que trasladarán los costos adicionales a los consumidores, lo que podría golpear el bolsillo de los estadounidenses.
A pesar de las críticas, Trump defiende su estrategia como una herramienta para fortalecer la economía de Estados Unidos y corregir desequilibrios comerciales. En sus palabras, los aranceles son la “principal herramienta” de su política económica, aunque su aplicación errática ha generado dudas incluso entre sus aliados. Mientras el mundo observa, los próximos meses serán cruciales para determinar si esta guerra comercial se resuelve o escala aún más.

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