El Servicio Meteorológico Nacional ha pronosticado que mayo traerá lluvias intensas a Nuevo León, un cambio significativo tras meses de sequía en varias zonas del estado. Según los expertos, estas precipitaciones podrían aliviar la presión sobre las presas y el suministro de agua, pero también representan un riesgo de inundaciones en áreas urbanas.
El pronóstico indica que las lluvias comenzarán a partir de la primera semana de mayo, con acumulados que podrían superar los 50 milímetros en algunas regiones. Las zonas montañosas y el área metropolitana de Monterrey serían las más afectadas, con posibles tormentas eléctricas y fuertes vientos acompañando las precipitaciones.
Protección Civil de Nuevo León ya ha emitido recomendaciones para que la población esté preparada. Entre las medidas sugeridas están limpiar desagües, evitar arrojar basura en la vía pública y mantenerse atentos a los avisos meteorológicos. Las autoridades buscan prevenir anegaciones en calles y avenidas, un problema recurrente durante temporadas de lluvia.
Las lluvias se deben a la interacción de un nuevo frente frío con una zona de baja presión en el Golfo de México. Este fenómeno meteorológico también podría traer un descenso en las temperaturas, que hasta ahora han rondado los 30 grados en la entidad. Las mínimas podrían ubicarse entre 18 y 20 grados durante los días de mayor precipitación.
El impacto de estas lluvias no solo se sentirá en la infraestructura urbana, sino también en la agricultura. Los productores locales esperan que las precipitaciones ayuden a recuperar los niveles de humedad en el suelo, afectados por la sequía prolongada. Sin embargo, advierten que un exceso de agua podría dañar cultivos si no se toman medidas preventivas.
En el pasado, lluvias fuertes han causado estragos en Nuevo León, como las inundaciones de 2023 en Monterrey. Por ello, las autoridades han intensificado los trabajos de mantenimiento en alcantarillas y canales para mitigar riesgos. Aún así, la ciudadanía debe permanecer alerta ante cualquier contingencia.
El pronóstico extendido sugiere que las lluvias podrían prolongarse hasta mediados de mayo, con intervalos de chubascos en diferentes puntos del estado. Las zonas rurales también estarán bajo monitoreo, ya que los caminos podrían volverse intransitables en caso de precipitaciones intensas.
Este cambio climático llega en un momento crítico para Nuevo León, que ha enfrentado problemas de abastecimiento de agua en los últimos años. Aunque las lluvias representan una oportunidad para recargar presas, también exigen una preparación adecuada para evitar que se conviertan en un problema mayor.