En un giro inesperado, la tasa de desempleo en México alcanzó un mínimo histórico del 2.2 por ciento en marzo de 2025, según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Este indicador refleja una disminución frente al 2.3 por ciento registrado en el mismo mes del año anterior y al 2.5 por ciento de febrero de 2025.
La población económicamente activa, conocida como PEA, se situó en 61.5 millones de personas, de las cuales 60.2 millones estuvieron ocupadas durante el tercer mes del año. Esto significa que solo 1.4 millones de personas se encontraron sin empleo, una cifra notablemente baja en el contexto actual.
El crecimiento del empleo se vio impulsado por sectores clave como los servicios, que concentran el 44.3 por ciento de los trabajadores ocupados, seguido por el comercio con un 19.5 por ciento y las manufacturas con un 16 por ciento. Las actividades agropecuarias y la construcción también contribuyeron, aunque en menor medida.
A pesar de esta buena noticia, la informalidad laboral sigue siendo un desafío. En marzo, 32.4 millones de trabajadores, equivalentes al 54.3 por ciento de la población ocupada, se desempeñaron en el sector informal, una ligera reducción frente al 54.5 por ciento de un año antes.
La población subocupada, es decir, aquellos que desean trabajar más horas de las que tienen, se mantuvo en 3.6 millones de personas, representando el 6 por ciento de los ocupados. Este dato muestra una disminución de 150 mil personas en comparación con marzo de 2024.
Por género, las diferencias persisten. La tasa de participación laboral femenina fue del 46.5 por ciento, mientras que la masculina alcanzó el 75.8 por ciento. Esto indica que las mujeres siguen enfrentando barreras para integrarse plenamente al mercado laboral.
En términos regionales, los estados con mayores tasas de desempleo fueron Ciudad de México, Tabasco y Querétaro, mientras que Guerrero, Oaxaca y Michoacán registraron los niveles más bajos. Estas disparidades reflejan las dinámicas económicas locales.
El crecimiento económico de México, que se estima en un 1.8 por ciento para el primer trimestre de 2025, parece estar respaldando esta tendencia positiva en el empleo. Sin embargo, los retos de la informalidad y la desigualdad de género persisten como asignaturas pendientes.
Este panorama laboral, aunque alentador, pone en perspectiva la necesidad de políticas que consoliden estos avances y aborden los problemas estructurales del mercado de trabajo mexicano.

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La tasa de desempleo en México se desploma a un histórico 2.2 por ciento en marzo de 2025
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