La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador incrementó la deuda pública, aunque intentó minimizarlo al decir que fue “un poquito más”. Los números, sin embargo, cuentan otra historia: en 2018, la deuda era de 10.4 billones de pesos, y para 2024 se disparó a 17.4 billones. Un aumento de 7 billones que pone en jaque las finanzas del país.
Este incremento, según Sheinbaum, se debe en parte a las políticas del Fondo Monetario Internacional, al que acusó de no entender la situación de México. Sin embargo, la mandataria no ofreció detalles claros sobre cómo se gastaron estos recursos ni cómo planea enfrentar esta carga financiera que heredó de su antecesor.
Durante el sexenio de López Obrador, proyectos como el Tren Maya, la refinería Dos Bocas y el Aeropuerto Felipe Ángeles consumieron miles de millones de pesos. Muchos de estos proyectos han sido cuestionados por su falta de rentabilidad y los sobrecostos reportados. Ahora, México enfrenta un panorama económico complicado, con una deuda que representa más del 50% del Producto Interno Bruto.
El Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, que mide la deuda total, alcanzó los 17.6 billones de pesos en febrero de 2025. Esto significa que cada mexicano debe, en promedio, más de 131 mil pesos. Un récord histórico que preocupa a analistas y ciudadanos por igual.
Sheinbaum también enfrenta críticas por el gasto público. En los primeros meses de 2025, el costo financiero de la deuda, es decir, los intereses que México debe pagar, creció un 6.8% en comparación con el año anterior. Esto limita los recursos disponibles para programas sociales, salud o educación.
Mientras tanto, el gasto en pensiones sigue en aumento, con un desembolso de 268 mil millones de pesos en los primeros dos meses de 2025. Aunque estos programas son populares, los expertos advierten que el ritmo de endeudamiento es insostenible y podría comprometer el futuro económico del país.
La presidenta ha prometido reducir el déficit fiscal, pero los analistas dudan de que pueda lograrlo sin recortes significativos o una reforma fiscal. Por ahora, el gobierno de Sheinbaum parece atrapado entre cumplir promesas de campaña y manejar una deuda que no para de crecer.
El panorama no es alentador. Con una economía global incierta y las presiones internas por mantener los programas sociales, México enfrenta un desafío monumental. La confesión de Sheinbaum sobre el “poquito” aumento de la deuda no tranquiliza a quienes ven un futuro hipotecado por decisiones del pasado.

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¡ESCÁNDALO EN LAS FINANZAS! SHEINBAUM ADMITE QUE AMLO DEJÓ UNA DEUDA MILLONARIA
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