La zona metropolitana de Monterrey amaneció sumida en el caos vial este lunes, con el regreso masivo de vacacionistas y el reinicio de actividades laborales tras el periodo de asueto. Avenidas principales como Constitución, Morones Prieto y Miguel Alemán se convirtieron en verdaderos estacionamientos, con filas de vehículos que se extendían por kilómetros.
El aumento en el flujo vehicular se intensificó por la reincorporación de miles de trabajadores y estudiantes a sus actividades cotidianas. Según reportes, el tráfico en horas pico alcanzó niveles críticos, especialmente en cruces clave como el bulevar Miguel de la Madrid y la avenida Manuel L. Barragán, donde los conductores enfrentaron demoras de hasta una hora.
Las obras de reparación en varias vialidades, consecuencia de los daños causados por la tormenta Alberto en meses pasados, agravaron la situación. Zonas como el par vial Constitución-Morones Prieto, aún en mantenimiento, generaron cuellos de botella que desesperaron a los automovilistas regiomontanos.
El transporte público no fue la excepción. Las paradas de camiones y estaciones de metro registraron largas filas, con usuarios que reportaron tiempos de espera superiores a los habituales. Algunos estudiantes universitarios señalaron que sus trayectos, normalmente de 40 minutos, se prolongaron hasta dos horas.
A pesar de los esfuerzos del gobierno estatal por promover el uso del transporte colectivo, la realidad es que la infraestructura vial no logra absorber la cantidad de vehículos que circulan diariamente. En 2023, un estudio de Cómo Vamos, Nuevo León, reveló que el 59.3 por ciento de los hogares metropolitanos cuenta con al menos un automóvil, lo que satura las calles.
El problema del tráfico no es nuevo en Monterrey. La ciudad ocupa el primer lugar nacional en horas perdidas por congestión, con un promedio de 116 horas al año por conductor, superando incluso a la Ciudad de México. Esto refleja una planeación urbana insuficiente y una dependencia excesiva del automóvil.
Autoridades de movilidad han anunciado medidas para aliviar el congestionamiento, como la ampliación del sistema de transporte público y la creación de carriles exclusivos para camiones. Sin embargo, estas soluciones aún están en etapas iniciales y no ofrecen un alivio inmediato a los conductores.
Mientras tanto, los regiomontanos enfrentan un panorama desalentador en sus traslados diarios. La falta de alternativas efectivas y el crecimiento constante del parque vehicular complican aún más la movilidad en la zona metropolitana.
El regreso a la rutina ha evidenciado, una vez más, las carencias en la infraestructura vial de Monterrey. Los ciudadanos exigen soluciones urgentes para evitar que el tráfico siga siendo el principal dolor de cabeza en la ciudad.

Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.
El tráfico colapsa Monterrey tras las vacaciones: ¡Caos en las calles!
Compartir: