En un evento cargado de historia, el municipio de Santiago, Nuevo León, conmemoró el 194 aniversario de su elevación de Valle del Guaxuco a Villa de Santiago. La celebración, encabezada por el alcalde David de la Peña Marroquín, reunió a cientos de ciudadanos en un acto que buscó resaltar la identidad y el orgullo de ser santiaguense.
El edil, acompañado de su esposa Olga Amalia Villalón Toba, presidió la ceremonia en la plaza principal. En su mensaje, destacó que este aniversario no es solo una fecha, sino un momento para reflexionar sobre el pasado y mirar hacia el futuro con esperanza. Recordó que, hace 194 años, el cambio de estatus marcó el inicio de una identidad colectiva que hoy define a los habitantes de Santiago.
La elevación a Villa de Santiago ocurrió en 1831, cuando el ayuntamiento local solicitó al Congreso de Nuevo León el cambio de categoría. Este hecho, más que un trámite administrativo, representó un paso crucial para consolidar la región como un punto clave en el estado. La respuesta del Congreso fue afirmativa, y la celebración de entonces incluyó una misa solemne y descargas de artillería.
Durante el evento, se llevaron a cabo actividades culturales que resaltaron las tradiciones del municipio. Danzas folclóricas, música regional y una misa conmemorativa formaron parte del programa, que atrajo tanto a locales como a visitantes. Estas actividades buscaron rendir homenaje a los fundadores y a quienes han forjado la historia de Santiago a lo largo de casi dos siglos.
David de la Peña enfatizó la importancia de conocer y valorar las raíces del municipio. En sus palabras, este aniversario es una oportunidad para que las nuevas generaciones comprendan el legado de sus antepasados y se sientan orgullosas de su herencia. También hizo un llamado a trabajar juntos por un futuro prometedor para Santiago.
El municipio, conocido por su riqueza natural y su importancia turística, ha evolucionado desde sus orígenes como Valle del Guaxuco. Originalmente habitado por tribus nómadas, el área fue transformada con la llegada de colonizadores como Diego Rodríguez de Montemayor, quien en 1648 fundó lo que hoy es un destino emblemático en Nuevo León.
La ceremonia también incluyó un reconocimiento a figuras históricas que dieron forma al municipio. Desde el cacique Huajuco hasta los primeros colonos, la narrativa de Santiago está marcada por una mezcla de culturas indígenas y europeas que aún se refleja en sus tradiciones y su arquitectura.
Para cerrar la conmemoración, las autoridades locales invitaron a la ciudadanía a seguir participando en eventos que fortalezcan el sentido de comunidad. La celebración dejó en claro que Santiago no solo mira con orgullo su pasado, sino que se prepara para enfrentar los retos del presente con determinación y unidad.
Esta fecha, más allá de un festejo, es un recordatorio de la resiliencia y el carácter de un pueblo que ha sabido adaptarse y crecer. Santiago, con sus 194 años como villa, sigue siendo un símbolo de tradición y progreso en el corazón de Nuevo León.