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CDMX se prepara para el Mundial 2026: ¿Podrá con la demanda de alojamiento?

La Ciudad de México se alista para ser una de las sedes del Mundial de Fútbol 2026, un evento que promete atraer a millones de visitantes de todo el mundo. Sin embargo, la capital enfrenta un reto monumental: su infraestructura hotelera actual no es suficiente para albergar a la avalancha de turistas que se espera. Autoridades locales han reconocido que las poco más de 61 mil habitaciones disponibles en la ciudad no alcanzarán para cubrir la demanda proyectada.
El gobierno de la Ciudad de México, encabezado por Clara Brugada, ha puesto en marcha un plan para aumentar la capacidad de alojamiento. Entre las estrategias está la promoción de viviendas turísticas, como las ofrecidas por plataformas digitales tipo Airbnb. Estas opciones buscan complementar la oferta hotelera tradicional, especialmente en zonas periféricas de la capital, donde los habitantes podrían abrir sus hogares a los visitantes.
La FIFA, organizadora del Mundial, ha establecido requisitos estrictos para el alojamiento. Según sus proyecciones, la Ciudad de México debería contar con al menos 47 mil 557 habitaciones de tres estrellas o más. Actualmente, la capital se queda corta, con un déficit de más de 3 mil habitaciones en esta categoría. Este panorama ha encendido las alarmas entre los organizadores y las autoridades locales.
Se espera que el Mundial 2026 genere una derrama económica sin precedentes en la Ciudad de México. Eventos previos, como la Fórmula 1 o el Día de Muertos, han demostrado el potencial económico del turismo masivo. Por ejemplo, la Fórmula 1 de 2024 dejó una derrama de 19 mil 500 millones de pesos, con 238 mil turistas hospedados en la ciudad. El Mundial, con una proyección de hasta seis millones de visitantes, podría multiplicar estas cifras.
Las viviendas turísticas se perfilan como una solución clave para evitar un colapso en el hospedaje. Plataformas como Airbnb ya trabajan con el gobierno local para capacitar a anfitriones y garantizar que las opciones cumplan con estándares de calidad. Además, esta estrategia busca distribuir el turismo en alcaldías menos céntricas, como Tláhuac, Xochimilco o Coyoacán, donde los residentes ya se organizan para ofrecer alternativas.
Sin embargo, no todo es optimismo. La regulación de las viviendas turísticas sigue siendo un tema pendiente. Aunque el gobierno de Morena en la Ciudad de México ha prometido establecer lineamientos claros, aún no hay un marco legal sólido que garantice su operación sin conflictos. Esto podría generar tensiones con el sector hotelero tradicional, que teme perder competitividad.
La infraestructura no es el único desafío. La modernización del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y la mejora del transporte público también son prioridades para recibir a los visitantes. El gobierno federal, en coordinación con la Secretaría de Marina, ha anunciado una remodelación integral del AICM, que deberá estar lista para mayo de 2026, apenas un mes antes del inicio del torneo.
A pesar de los esfuerzos, persisten dudas sobre la capacidad de la Ciudad de México para estar a la altura de un evento de esta magnitud. La presión recae en el gobierno de Clara Brugada para coordinar esfuerzos con la iniciativa privada y la FIFA. Si no se logran las metas propuestas, los precios de hospedaje podrían dispararse, afectando a los turistas y la imagen de la capital.
El Mundial 2026 representa una oportunidad única para posicionar a la Ciudad de México como un destino turístico de primer nivel. Sin embargo, el éxito dependerá de la planeación y ejecución en los próximos meses. La capital mexicana tiene poco más de un año para demostrar que puede superar los retos y recibir al mundo con los brazos abiertos.

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