La noche del sábado 26 de abril, el Estadio Miguel Alemán Valdés en Celaya, Guanajuato, fue escenario de un episodio de violencia que dejó a todos conmocionados. Al concluir el partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Expansión MX entre los Toros del Celaya y el Tampico Madero, una riña campal estalló entre aficionados y elementos de seguridad, desatando el caos en el recinto deportivo.
El encuentro terminó con la eliminación del Celaya, tras perder con un marcador global de 1-0 ante la Jaiba Brava. La frustración de los aficionados locales, principalmente de la barra conocida como La Demencia, se desbordó en las gradas. Según testigos, todo comenzó con una discusión entre un guardia de seguridad privada y algunos hinchas en la tribuna sur del estadio.
La situación escaló rápidamente cuando el elemento de seguridad, en un acto que ha generado indignación, sacó un arma de fuego y apuntó a los aficionados. Este hecho provocó una reacción inmediata de los presentes, quienes, enardecidos, invadieron la cancha para confrontar al guardia. Videos que circulan en redes sociales muestran el momento en que los hinchas persiguen al uniformado, quien huyó hacia los vestidores.
En medio del caos, otro guardia de seguridad fue agredido por los aficionados, resultando en dos elementos heridos, uno de ellos de gravedad. Las imágenes muestran a un grupo de personas rodeando a los guardias, mientras la situación se sale de control. La falta de personal de seguridad en el estadio, con reportes de apenas 36 elementos para resguardar a miles de asistentes, agravó el incidente.
Las autoridades locales no han emitido un comunicado oficial sobre las medidas que tomarán tras este episodio. La Liga de Expansión MX, por su parte, tampoco ha hecho declaraciones respecto a posibles sanciones o investigaciones. Este silencio ha generado críticas entre los aficionados, quienes exigen respuestas y mayor seguridad en los eventos deportivos.
Este no es el primer caso de violencia en el fútbol mexicano. Incidentes similares han ocurrido en estadios como el Carlos Vega Villalba en Zacatecas, donde aficionados de Tampico Madero también se vieron involucrados en una riña en 2023. La recurrencia de estos eventos pone en evidencia los problemas estructurales en la organización y seguridad de los partidos.
La eliminación del Celaya, que llegaba como favorito tras una sólida temporada, quedó opacada por este lamentable suceso. Tampico Madero, con un planteamiento defensivo impecable, avanza a las semifinales, pero el triunfo deportivo ha pasado a segundo plano ante la gravedad de los hechos.
El incidente en Celaya reaviva el debate sobre la seguridad en los estadios mexicanos. La falta de protocolos efectivos, la insuficiente presencia policial y la permisividad hacia conductas violentas en las gradas son problemas que las autoridades y la Federación Mexicana de Fútbol no han logrado resolver.
Este episodio deja una pregunta en el aire: ¿hasta cuándo se seguirán repitiendo estas escenas de violencia en el fútbol mexicano? La indignación crece entre los aficionados, quienes piden medidas urgentes para garantizar su seguridad y la de todos los asistentes a los partidos.

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¡Violencia descontrolada en Celaya! Aficionados y seguridad protagonizan batalla campal tras partido
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