La Central de Autobuses de Monterrey fue testigo de un intenso movimiento este fin de semana, con miles de viajeros regresando a la ciudad tras disfrutar las vacaciones de Semana Santa y Pascua. Las terminales lucieron abarrotadas, reflejando el fin de un periodo vacacional que movilizó a familias y turistas por todo el país.
Desde tempranas horas del domingo, las filas en la central regiomontana no dieron tregua. Familias completas, maletas en mano, llegaron procedentes de destinos turísticos como playas, pueblos mágicos o ciudades vecinas. Muchos expresaron su satisfacción por los días de descanso, aunque también lamentaron el regreso a la rutina.
Un caso destacado fue el de María Fernanda, una joven que viajó desde Mazatlán. Comentó que disfrutó del sol y la playa, pero el costo de los hoteles le dejó un sabor agridulce. “Todo está carísimo, gasté casi 20 mil pesos en una semana”, señaló mientras esperaba su transporte a casa.
Por otro lado, viajeros como Juan Carlos, proveniente de Saltillo, aprovecharon estos días para visitar a sus seres queridos. “Fueron días de mucha convivencia familiar, pero ahora toca volver al trabajo”, dijo con un tono de resignación. Su historia refleja la de muchos que usaron las vacaciones para reconectar con sus raíces.
El personal de la Central de Autobuses reportó una afluencia superior a la esperada. Según trabajadores, más de 15 mil personas pasaron por las instalaciones tan solo el domingo. Este flujo masivo también generó retos logísticos, como retrasos en algunos autobuses y congestión en las vialidades cercanas.
El Aeropuerto Internacional de Monterrey no se quedó atrás. Cifras recientes indican que durante abril movilizó a más de un millón de pasajeros, muchos de ellos regresando de destinos de playa. Este aumento consolida a la ciudad como un importante centro de conexión turística.
A pesar del caos, algunos viajeros destacaron la organización en las terminales. “Fue un poco estresante por la cantidad de gente, pero todo fluyó bien”, comentó Ana Laura, quien llegó desde Cancún con su familia. Su experiencia contrasta con las quejas de otros sobre la falta de espacio y servicios en la central.
El regreso masivo también tuvo un impacto en las carreteras. Las autopistas hacia Monterrey registraron un tráfico intenso, especialmente en tramos como la Monterrey-Saltillo. Las autoridades recomendaron paciencia a los conductores ante las inevitables aglomeraciones.
Para muchos regiomontanos, este retorno marca el inicio de la cuenta regresiva para las próximas vacaciones. Aunque el calendario laboral no ofrece descansos largos pronto, la energía de la ciudad parece recargada tras estas semanas de asueto.
Monterrey, una vez más, demuestra su relevancia como punto de encuentro para viajeros de todo México. La dinámica de estos días refleja el espíritu de una ciudad que no para, incluso después de las fiestas.