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Temporada de estiaje agrava la crisis de agua en el Edomex: solo tres municipios con sequía, pero el problema crece

La temporada de estiaje ha llegado con fuerza al Estado de México, y aunque el Monitor de Sequía reporta que solo tres municipios enfrentan condiciones de sequía, la situación del agua en la entidad es preocupante. Este fenómeno, que reduce los niveles de ríos, lagunas y presas, está poniendo en riesgo el abasto de agua en múltiples regiones, según datos recientes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El reporte, con corte al 15 de abril de 2025, indica que los municipios de Almoloya de Alquisiras, Sultepec y Texcaltitlán son los únicos que presentan sequía moderada en el estado. Sin embargo, esto no significa que el resto de la entidad esté libre de problemas. La falta de lluvias y las altas temperaturas han generado condiciones anormalmente secas en gran parte del territorio mexiquense.
El Sistema Cutzamala, vital para el suministro de agua en el Valle de México, enfrenta una situación crítica. Las presas que lo alimentan, como Valle de Bravo, Villa Victoria y El Bosque, registran niveles de almacenamiento por debajo del promedio histórico. En marzo, no se reportó una sola gota de lluvia en estas presas, lo que agrava el panorama para los próximos meses.
A pesar de que el Cutzamala muestra un aumento del 22.3% en su almacenamiento respecto al año pasado, los expertos advierten que no es suficiente. José Mario Esparza Hernández, titular de la Secretaría de Gestión Integral del Agua, señaló que el sistema no está al 100% de su capacidad. Por ello, se han implementado medidas para reducir el suministro en la Zona Metropolitana, afectando a municipios mexiquenses y colonias de la Ciudad de México.
La temporada de estiaje, que se extenderá hasta mayo, trae consigo un incremento en el riesgo de incendios forestales. En lo que va del año, el Estado de México ha registrado más de 5,900 hectáreas afectadas por incendios, según datos oficiales. Las condiciones secas y el calor intenso son un caldo de cultivo para estos desastres, que amenazan los ecosistemas de la región.
El gobierno estatal ha descartado cortes programados de agua, pero la realidad es que la presión sobre el recurso hídrico es cada vez mayor. Las fugas en las redes de distribución, que representan hasta el 44% del agua que se pierde en el Valle de México, agravan aún más el problema. Este escenario pone en jaque la capacidad de las autoridades para garantizar el abasto.
La agricultura y la ganadería también están en riesgo. La sequía moderada en los tres municipios mencionados ya afecta cultivos y pastizales, lo que podría incrementar los costos de producción y los precios de alimentos básicos. Productores locales enfrentan un panorama complicado, con menos agua disponible para el riego.
Ante este contexto, las autoridades han hecho un llamado a la población para cuidar el agua. Acciones como reducir el consumo, reparar fugas domésticas y reutilizar el recurso son clave para mitigar los efectos de la temporada de estiaje. Sin embargo, la falta de un plan integral para enfrentar la crisis hídrica sigue siendo una asignatura pendiente.
El futuro del abasto de agua en el Estado de México dependerá de las lluvias que lleguen a partir de mayo. Mientras tanto, la entidad enfrenta uno de los periodos más secos del año, con un impacto que se siente en la vida cotidiana de millones de mexiquenses. La crisis hídrica no da tregua, y las soluciones no pueden esperar.

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