Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.

¡MÉXICO NO ES PIÑATA DE NADIE! SHEINBAUM LANZA ADVERTENCIA A POLÍTICOS DE EU

La presidenta Claudia Sheinbaum desató una nueva polémica al declarar que “México no es piñata de nadie”, en un claro mensaje a políticos estadounidenses que, según ella, usan a nuestro país como herramienta de campaña electoral. Desde Campeche, la mandataria no se guardó nada y acusó a figuras políticas de Estados Unidos de hablar mal de México para ganar votos en las próximas elecciones estatales de 2026.
Sheinbaum aseguró que México tiene mucho que enseñar a su vecino del norte, destacando valores, ética y desarrollo. En un tono desafiante, señaló que los problemas de Estados Unidos, como el consumo masivo de drogas, son mucho mayores que los de México. Estas declaraciones llegan en medio de crecientes tensiones diplomáticas, marcadas por críticas de figuras como Donald Trump y otros congresistas republicanos.
Durante un evento para arrancar el programa Vivienda de Bienestar en Campeche, la presidenta recordó una conversación telefónica con Trump. Según Sheinbaum, el expresidente estadounidense le preguntó si México enfrentaba problemas de adicciones. Ella respondió que, aunque existen, no se comparan con la crisis que azota a Estados Unidos, un país que él mismo ha reconocido como gran consumidor de drogas.
La mandataria aprovechó para defender las políticas de la Cuarta Transformación, afirmando que México ha recuperado su dignidad y fuerza. En su discurso, destacó los esfuerzos iniciados por su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, para combatir el consumo de drogas, y aseguró que su gobierno seguirá trabajando en esta línea. Sin embargo, no ofreció detalles concretos sobre nuevas estrategias.
El evento en Campeche no estuvo exento de interrupciones. Un joven manifestante alzó la voz para exigir la aprobación de la reforma laboral que reduciría la jornada a 40 horas semanales. Sheinbaum intentó calmarlo, prometiendo atenderlo al finalizar el acto, pero los gritos continuaron. La presidenta, visiblemente molesta, pidió respeto y consultó a los asistentes si debía dialogar con el manifestante después, recibiendo el respaldo mayoritario de la audiencia.
Las críticas de Sheinbaum a Estados Unidos no son nuevas, pero esta vez se enmarcan en un contexto de creciente fricción. Políticos estadounidenses, como la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, y congresistas republicanos, han acusado a México de incumplir acuerdos en temas como exportaciones, agua y migración. Estas declaraciones han sido vistas como intentos de posicionarse ante un electorado que busca chivos expiatorios en la frontera sur.
La presidenta insistió en que México no debe ser usado como “piñata” para las campañas electorales de otros países. En un tono nacionalista, llamó a los mexicanos a sentirse orgullosos de su país y de los avances logrados bajo su administración. Sin embargo, no mencionó acciones específicas para contrarrestar las críticas extranjeras ni para fortalecer la relación bilateral con Estados Unidos.
Este episodio pone de manifiesto la estrategia de Sheinbaum de apelar al orgullo nacional para desviar la atención de problemas internos. Mientras la mandataria lanza advertencias al exterior, en México persisten retos como la inseguridad, la economía y las demandas sociales, como la del joven que interrumpió su discurso. La pregunta es si este discurso combativo logrará apaciguar las tensiones con Estados Unidos o solo avivará el fuego de la confrontación.

Compartir:

Noticias Relacionadas