La Plaza de San Pedro en el Vaticano se convirtió en un mar de devoción este domingo, cuando más de 200 mil personas se reunieron para participar en la segunda misa de luto por el Papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril a los 88 años. El evento, parte de los tradicionales nueve días de duelo conocidos como Novendiales, reflejó el profundo impacto que el pontífice argentino dejó en la comunidad católica mundial.
La ceremonia, presidida por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, comenzó a las 10 de la mañana y reunió a fieles de todas las edades y nacionalidades. Muchos viajaron desde distintos rincones del mundo para rendir homenaje al primer Papa latinoamericano, conocido por su cercanía con los más necesitados y su mensaje de humildad.
El Papa Francisco, cuyo nombre de nacimiento era Jorge Mario Bergoglio, murió tras sufrir un derrame cerebral, luego de meses luchando contra una neumonía bilateral que lo mantuvo internado en el hospital Gemelli de Roma. Su salud había sido motivo de preocupación desde inicios de 2025, pero su fallecimiento conmocionó a millones.
Durante la misa, el cardenal Parolin destacó la labor de Francisco como un “peregrino de la esperanza”, recordando su incansable defensa de los pobres, los migrantes y el medio ambiente. También se leyeron extractos de las encíclicas Laudato Si’ y Fratelli Tutti, que resumen su legado ético frente al cambio climático y la desigualdad.
La afluencia de fieles superó las expectativas, con largas filas que se extendieron por las calles aledañas al Vaticano. Muchos asistentes llevaron flores, velas y fotografías del Papa, mientras otros rezaban en silencio frente a la Basílica de San Pedro, donde su cuerpo fue velado hasta el viernes previo al funeral.
El sábado, el funeral de Francisco reunió a 156 delegaciones internacionales, incluyendo a líderes como el presidente de Argentina, Javier Milei, y el de Estados Unidos, Donald Trump. Tras la ceremonia, el féretro recorrió las calles de Roma hasta la Basílica de Santa María la Mayor, donde, según su voluntad, fue enterrado en una tumba sencilla con la inscripción “Franciscus”.
Los Novendiales continuarán hasta el 4 de mayo, con misas diarias en memoria del Papa. Mientras tanto, el Colegio Cardenalicio ya prepara el cónclave para elegir a su sucesor, un proceso que podría iniciar entre el 5 y el 10 de mayo. Entre los nombres que suenan como posibles candidatos está el cardenal Pietro Parolin, aunque no hay claridad sobre quién asumirá el liderazgo de la Iglesia.
El impacto del Papa Francisco trasciende lo religioso. Su mensaje de justicia social y su crítica a las desigualdades resonaron en líderes y ciudadanos de todo el mundo. En Argentina, su país natal, el duelo ha sido especialmente sentido, con misas y homenajes en iglesias de todo el país.
A medida que el Vaticano se prepara para un nuevo capítulo, los fieles siguen recordando a Francisco como un líder que rompió barreras. Su humildad, reflejada en gestos como rechazar lujos y vivir en una residencia sencilla, marcó un pontificado que muchos consideran histórico.
La segunda misa de luto fue un recordatorio de que el legado de Francisco seguirá vivo. En palabras de un peregrino italiano presente en la ceremonia: “Él nos enseñó que la fe es acción, y eso no lo olvidaremos nunca”.

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Más de 200 mil fieles llenan el Vaticano en una emotiva misa por el Papa Francisco
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