El entrenador argentino Martín Anselmi vive momentos críticos en su carrera. A solo meses de abandonar Cruz Azul para tomar las riendas del Porto, su aventura en Portugal parece desmoronarse. Una nueva derrota, esta vez por 2-0 ante el modesto Estrela da Amadora, ha desatado la furia de los aficionados portugueses, quienes exigen su salida inmediata del club.
La situación en Porto es insostenible. Los ultras del equipo, conocidos por su pasión, llegaron al extremo de lanzar bengalas al campo y enfrentarse a la policía, intentando dañar el autobús del equipo. La prensa lusa ya da por hecho que Anselmi no continuará al frente de los Dragones, especialmente tras quedar eliminados de la próxima Champions League, un golpe duro para un club de la talla de Porto.
Mientras tanto, en México, Cruz Azul no olvida la salida abrupta del técnico. El club cementero ha intensificado su ofensiva legal, exigiendo cinco millones de dólares por lo que consideran un abandono de trabajo. La demanda, presentada ante la FIFA, acusa a Anselmi de incumplir su contrato al marcharse sin pagar la cláusula de rescisión estipulada.
El conflicto legal se remonta a enero de 2025, cuando Anselmi dejó México rumbo a Portugal, asegurando que existía un acuerdo entre Cruz Azul y Porto. Sin embargo, la directiva celeste lo desmintió tajantemente, argumentando que nunca se llegó a un convenio y que el entrenador actuó de manera unilateral, dejando al equipo en plena competencia.
La FIFA ya analiza un documento de 43 páginas presentado por Cruz Azul, donde se detalla cómo Anselmi “hizo sus maletas y se fue sin dar explicaciones”. El club no solo reclama la cláusula de rescisión, sino también una compensación por el daño deportivo causado, ya que el argentino era pieza clave en un proyecto que apuntaba al título de la Liga MX.
En Porto, la presión no cede. La derrota ante Estrela da Amadora dejó al equipo en cuarto lugar de la liga portuguesa, sin opciones de pelear por el campeonato y con la clasificación a torneos europeos en riesgo. Los aficionados, que esperaban un proyecto renovador con Anselmi, ahora lo señalan como responsable de una de las peores temporadas recientes del club.
Anselmi, por su parte, ha intentado defenderse. En conferencias previas, reconoció la frustración de la afición, pero no ha ofrecido soluciones claras para revertir los malos resultados. Sus días en Porto parecen contados, y la prensa especula que un despido podría incrementar sus problemas legales con Cruz Azul, obligándolo a pagar de su propio bolsillo la millonaria indemnización.
El caso está en manos de la FIFA y el Tribunal de Arbitraje Deportivo, pero la resolución podría tardar meses. Mientras tanto, Anselmi enfrenta un panorama sombrío: la pérdida de apoyo en Portugal y un litigio que amenaza con marcar su carrera. Lo que parecía un sueño europeo se ha convertido en una pesadilla para el entrenador argentino.