El evento comenzó a las ocho de la mañana con el banderazo de salida para la Carrera de Botargas, donde 35 personajes de diferentes corporaciones policiales y otras instituciones compitieron en una divertida carrera alrededor de la glorieta. El primer lugar lo obtuvo Vigiman, de una institución invitada, seguido por Jaguar, de la Policía Auxiliar, y Cobra, de la Subsecretaría de Investigación e Inteligencia.
La Rodada Infantil, por su parte, buscó fomentar el uso de la bicicleta como un medio de transporte seguro y promover valores entre los más pequeños. Los niños disfrutaron de un recorrido supervisado, acompañados por elementos de la policía capitalina, en un ambiente festivo que intentó acercar a la ciudadanía con las fuerzas del orden.
El jefe de la policía capitalina destacó que estas actividades forman parte de una estrategia para colocar a los niños en el centro de las decisiones de la actual administración. Sin embargo, en un contexto donde la Ciudad de México enfrenta índices alarmantes de violencia, muchos cuestionan si estos eventos son una prioridad o una cortina de humo para desviar la atención de los problemas reales.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana argumentó que la celebración busca fortalecer la confianza de la población en la policía, promoviendo una imagen más amigable de la institución. No obstante, los ciudadanos se preguntan si estas acciones son suficientes para combatir la percepción de inseguridad que prevalece en las calles de la capital.
Entre las actividades, los menores también tuvieron acceso a juegos, música y dinámicas recreativas, diseñadas para generar un ambiente familiar. La presencia de botargas y personajes animados añadió un toque lúdico, aunque no logra borrar las preocupaciones de las familias sobre la seguridad en sus colonias.
Críticos señalan que, mientras se destinan recursos a este tipo de eventos, la delincuencia en la Ciudad de México no da tregua. Robos, asaltos y otros delitos siguen afectando a los capitalinos, quienes exigen resultados concretos en lugar de festividades que, aunque bien intencionadas, no resuelven los problemas de fondo.
El contraste entre la alegría del evento y la realidad de la inseguridad genera un debate inevitable. ¿Es este el momento para carreras de botargas, o debería el gobierno enfocarse en estrategias más contundentes para garantizar la tranquilidad de los ciudadanos?
La jornada culminó con una convivencia entre policías, niños y familias, en un intento por humanizar a la corporación. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿pueden estas iniciativas cambiar la percepción de una policía que muchos consideran rebasada por la criminalidad?
Mientras los niños disfrutaron de un día lleno de actividades, los adultos se llevaron a casa una mezcla de emociones: la felicidad de ver a sus hijos sonreír y la preocupación por un entorno que sigue siendo hostil. La Secretaría de Seguridad Ciudadana tendrá que demostrar que estas celebraciones son más que un espectáculo pasajero.

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La Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México organizó un evento para celebrar el Día del Niño y la Niña, pero ¿qué tan efectivo es este tipo de iniciativas en medio de los crecientes problemas de inseguridad en la capital? La jornada incluyó la primera Carrera de Botargas y la tercera Rodada Infantil, realizadas en el Ángel de la Independencia, con la participación de mil 800 menores.
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