Un giro inesperado sacude el caso del robo de joyas a Kim Kardashian en 2016. Marceau Baum-Gertner, uno de los principales acusados, murió repentinamente en París el pasado 6 de marzo, semanas antes de que comenzara el juicio por el atraco que conmocionó al mundo. El hombre de 72 años estaba señalado por colaborar en el violento asalto que dejó a la estrella de la telerrealidad traumatizada.
El robo ocurrió en la madrugada del 3 de octubre de 2016, durante la Semana de la Moda en París. Kardashian, entonces de 36 años, se alojaba en una lujosa residencia privada cuando cinco hombres armados, algunos disfrazados de policías, irrumpieron en el lugar. La ataron, amordazaron y encerraron en un baño mientras se llevaban joyas valoradas en cerca de nueve millones de euros.
Entre los objetos robados destacaba un anillo de compromiso de 19 quilates, regalo de su entonces esposo, Kanye West, con un valor estimado de cuatro millones de euros. Las joyas nunca fueron recuperadas, y las autoridades creen que pudieron ser vendidas en el mercado de diamantes de Amberes, Bélgica. El caso es considerado el mayor robo a un individuo en Francia en las últimas dos décadas.
Baum-Gertner, conocido por su presunta conexión con redes criminales, se negó a delatar a otros implicados durante los interrogatorios. Su muerte, de la que no se han revelado las causas, complica el proceso judicial, ya que podría haber revelado información clave sobre la red detrás del atraco. El juicio, que comenzó este 28 de abril, reúne a diez acusados, la mayoría mayores de 70 años.
Kim Kardashian viajó a París para testificar el 13 de mayo ante un jurado francés. La empresaria, que ha descrito el asalto como uno de los momentos más traumáticos de su vida, enfrentará el estrado para relatar los detalles de aquella noche. Su testimonio es crucial para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades de los acusados.
Entre los sospechosos destaca Yunice Abbas, de 72 años, quien admitió su participación y planeaba disculparse en el juicio. Abbas reveló que recibió 70.000 euros por su rol en el robo y que transportó el botín en una bicicleta, perdiendo un collar en la calle durante su huida. Otro acusado, Aomar Ait Khedache, apodado “Omar el Viejo”, es señalado como el presunto cabecilla.
El juicio, que se extenderá hasta el 23 de mayo, atrae la atención de cientos de periodistas de todo el mundo. La ausencia de Baum-Gertner y la delicada salud de otros acusados, como Pierre Bouaianere, de 80 años, añaden complejidad a las audiencias. Los jueces deberán determinar cómo los asaltantes obtuvieron información tan precisa sobre los movimientos de Kardashian.
El atraco marcó un antes y un después en la vida de la influencer. Tras el incidente, Kardashian limitó su exposición en redes sociales y reforzó su seguridad personal. El caso también llevó a la estrella a demandar a la empresa de seguridad encargada de su protección en París, logrando una compensación de 6.1 millones de dólares tras un acuerdo extrajudicial.
Este proceso judicial no solo busca justicia por el robo, sino que revive un episodio que expuso las vulnerabilidades de la fama en un mundo donde la información circula sin control. La muerte de Baum-Gertner deja preguntas sin respuesta y agrega un nuevo capítulo a esta historia que sigue capturando la atención global.