Un partido de fútbol en el Estadio Miguel Alemán Valdés de Celaya terminó en una escena de violencia que ha dejado a todos conmocionados. El encuentro entre los Toros del Celaya y Tampico Madero, parte de los cuartos de final de la Liga de Expansión MX, acabó en una batalla campal. La eliminación del equipo local desató la furia de los aficionados, pero lo que sucedió después cruzó todos los límites.
Todo comenzó cuando un guardia de seguridad privada, según testigos, actuó con prepotencia hacia un reportero y algunos aficionados. Las tensiones escalaron rápidamente. Videos que circulan en redes sociales muestran cómo el guardia sacó una pistola y amenazó directamente a los hinchas. Este acto desató la indignación de los presentes, quienes no dudaron en responder con violencia.
La situación se salió de control en cuestión de minutos. Aficionados, algunos identificados como miembros de la barra “La Demencia”, invadieron la cancha con la intención de confrontar al guardia. Sillazos, golpes y gritos llenaron el estadio. Las imágenes muestran un caos total, con personas corriendo y enfrentándose tanto a los elementos de seguridad como entre sí.
Dos guardias de seguridad resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, según reportes locales. La falta de control fue evidente, ya que los elementos de seguridad presentes no pudieron contener a la multitud enfurecida. Lo que debía ser una noche de fútbol se convirtió en un episodio que pone en tela de juicio la seguridad en los estadios mexicanos.
Las autoridades locales aún no han emitido un comunicado oficial sobre los hechos. Ni el club Celaya ni la Liga de Expansión MX han hecho pronunciamientos al respecto. Este silencio solo alimenta la preocupación de los aficionados, quienes exigen respuestas y medidas para evitar que incidentes como este se repitan.
Este no es un caso aislado. La violencia en el fútbol mexicano ha sido un problema recurrente, y este incidente en Celaya es un recordatorio de la falta de acción efectiva por parte de las autoridades. Los estadios, que deberían ser espacios de unión y entretenimiento, se están convirtiendo en escenarios de peligro.
La pregunta que queda en el aire es: ¿hasta cuándo se permitirá que la inseguridad manche el deporte? Los aficionados merecen disfrutar de los partidos sin temor a que una discusión termine en agresiones o, peor aún, con armas de por medio. Los videos del incidente han generado indignación en redes sociales, donde los usuarios critican la falta de protocolos claros.
Este lamentable episodio en Celaya debe ser un llamado de atención. La Liga de Expansión MX y las autoridades locales tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad de todos los asistentes. Mientras no haya consecuencias claras para quienes incitan o participan en estos actos, el fútbol mexicano seguirá bajo la sombra de la violencia.

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Escándalo en Celaya: Violencia desata caos tras partido de Liga de Expansión
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