En un nuevo episodio de violencia que sacude Guerrero, cuatro personas, una mujer y tres hombres, fueron detenidas en Zihuatanejo tras atacar a elementos del Ejército Mexicano. Los hechos ocurrieron en la colonia Las Huertas, un área marcada por la creciente inseguridad. Este incidente pone en evidencia la fragilidad de la seguridad en la región, donde los enfrentamientos armados son cada vez más frecuentes.
El ataque se desató la noche del jueves, cuando los militares realizaban labores de patrullaje. Según reportes, los agresores abrieron fuego contra los elementos castrenses, quienes trasladaban un cadáver como parte de una investigación. La rápida respuesta de las fuerzas armadas permitió la captura de los involucrados, pero el hecho deja un saldo preocupante: un militar herido y un civil muerto.
Entre lo asegurado por las autoridades se encuentra un arsenal que incluye un arma larga, 24 cargadores, 378 cartuchos y equipo táctico. Además, se decomisó un vehículo con reporte de robo, lo que sugiere vínculos de los detenidos con actividades delictivas. La presencia de este armamento refleja el poder de fuego al que se enfrentan las fuerzas de seguridad en Zihuatanejo.
La Fiscalía General del Estado de Guerrero ya inició una investigación contra los cuatro detenidos, quienes enfrentan cargos por homicidio calificado, tentativa de homicidio y daños a la propiedad. Las autoridades también indagan si los sospechosos forman parte de algún grupo criminal que opera en la Costa Grande, una zona disputada por cárteles.
Este enfrentamiento no es un caso aislado. Zihuatanejo ha registrado un aumento en los episodios violentos, incluyendo homicidios y balaceras, que mantienen a la población en constante alerta. La incapacidad de las autoridades locales para frenar esta ola de inseguridad genera indignación entre los habitantes, quienes exigen medidas efectivas.
El gobierno estatal, encabezado por Morena, enfrenta críticas por su manejo de la crisis de seguridad. A pesar de los operativos conjuntos entre el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, los resultados parecen insuficientes. La población de Zihuatanejo vive con temor, mientras los grupos criminales continúan desafiando a las autoridades.
La detención de estos cuatro individuos también pone el foco en la participación de una mujer en el ataque, un fenómeno que ha ido en aumento en los reportes de delincuencia en Guerrero. Este detalle añade una capa de complejidad al panorama de la violencia, que no discrimina género ni edad.
Mientras tanto, la Secretaría de Marina detuvo a Otra persona en un operativo paralelo en la misma zona, lo que indica que las autoridades están intensificando sus esfuerzos. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿hasta cuándo seguirá escalando la violencia en Zihuatanejo sin una estrategia clara que devuelva la paz a sus habitantes?
Este incidente se suma a la larga lista de enfrentamientos en Guerrero, un estado donde la inseguridad parece no dar tregua. Los ciudadanos, atrapados en medio de esta guerra no declarada, esperan respuestas concretas de un gobierno que, hasta ahora, no ha logrado controlar la situación.