El club argentino San Lorenzo de Almagro, conocido por su fervorosa hinchada, protagonizó un emotivo tributo al Papa Francisco durante su último encuentro contra Rosario Central. El Sumo Pontífice, fallecido el pasado 21 de abril a los 88 años, fue un apasionado seguidor del equipo, un vínculo que marcó su vida desde la infancia y que el club quiso honrar con gestos llenos de simbolismo.
Jorge Mario Bergoglio, como se llamaba antes de asumir el papado, era socio activo de San Lorenzo con el número 88.235. Su amor por el “Ciclón” comenzó en las calles del barrio de Flores, en Buenos Aires, cuando acompañaba a su padre al Viejo Gasómetro para ver al equipo campeón de 1946. Incluso desde el Vaticano, nunca dejó de seguir los resultados del club.
El homenaje comenzó en el estadio Pedro Bidegain, conocido como el Nuevo Gasómetro, donde los jugadores salieron al campo con una camiseta especial. Esta prenda llevaba un parche alusivo al “Papa Cuervo”, un diseño aprobado por la Liga Profesional para rendir tributo al hincha más célebre del club. Las tribunas también se vistieron de azul y rojo con banderas conmemorativas.
Durante el encuentro, la pantalla gigante del estadio proyectó un video institucional que repasaba la vida de Francisco y su conexión con San Lorenzo. Imágenes del Papa sosteniendo la camiseta del club y recibiendo a jugadores en el Vaticano emocionaron a los presentes. La narración destacó su humildad y su pasión por el fútbol como herramienta de unión.
Uno de los momentos más significativos fue la exhibición de un cuadro pintado por la artista Lú Sedova, dedicado al Papa y al club. La obra, colocada junto al escudo de San Lorenzo en el campo, simbolizó la cercanía de Francisco con su equipo. Los hinchas, visiblemente conmovidos, acompañaron el gesto con cánticos que resonaron en el estadio.
La organización Scholas Occurrentes, fundada por el Papa en 2013, también participó en el homenaje. Un grupo de niños del Barrio 31 de Retiro, vinculados a esta iniciativa, desfiló junto a la categoría 2012 del club, que pronto representará a San Lorenzo en un torneo internacional en Rusia. Este acto resaltó los valores de integración y educación que Francisco promovió.
Rosario Central, el equipo rival, se sumó al tributo con una insignia en honor al Papa, demostrando el respeto que Francisco inspiraba más allá de las rivalidades deportivas. El gesto reflejó la capacidad del Pontífice para unir a las personas, incluso en un deporte tan pasional como el fútbol argentino.
El presidente del club, Marcelo Moretti, anunció que el nuevo estadio de San Lorenzo, en construcción en los terrenos del Viejo Gasómetro, llevará el nombre de “Papa Francisco”. Esta decisión, aprobada por el mismo Bergoglio antes de su fallecimiento, busca inmortalizar su legado en el corazón de Boedo, el barrio donde nació el club.
El homenaje no solo celebró la devoción de Francisco por San Lorenzo, sino también su visión del fútbol como un espacio de encuentro y valores. Sus palabras, como cuando dijo “Que gane San Lorenzo” en 2013, resonaron en los hinchas, quienes lo despidieron con un sentido “Adiós, gracias y hasta siempre”.
San Lorenzo, con este acto, no solo honró a un hincha, sino a un hombre que llevó los colores azulgranas al mundo, dejando un legado de fe, humildad y pasión que seguirá inspirando a generaciones.