El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, continúa hospitalizado en una Unidad de Cuidados Intensivos en Brasilia, tras someterse a una operación intestinal de emergencia. Según el reporte médico más reciente, su condición es clínicamente estable, pero enfrenta complicaciones que le impiden alimentarse por vía oral.
La cirugía, realizada el 13 de abril, se prolongó por 12 horas y fue necesaria debido a intensos dolores abdominales que Bolsonaro sufrió durante un evento político. Los médicos han señalado que el expresidente aún no presenta movimientos intestinales espontáneos, lo que complica su recuperación.
Bolsonaro padece secuelas de un ataque con arma blanca que sufrió en 2018, durante su campaña presidencial. Este atentado le dejó problemas digestivos crónicos, y esta es la sexta operación a la que se somete para tratar complicaciones en el estómago y el intestino.
El parte médico indica que el líder ultraderechista presenta signos de gastroparesia, una condición que retrasa el vaciamiento gástrico. Esto le impide, por ahora, recibir alimentos por vía oral o mediante sonda gástrica, por lo que depende de nutrición intravenosa.
A pesar de su estado, Bolsonaro realiza sesiones diarias de fisioterapia para acelerar su recuperación. Sin embargo, los médicos han restringido las visitas y no han establecido una fecha para su alta de la UCI, lo que mantiene en incertidumbre su situación.
Hace dos días, Bolsonaro registró alteraciones hepáticas y un pico de presión arterial, lo que obligó a los médicos a ajustar su tratamiento. Estas complicaciones han generado preocupación sobre el curso de su recuperación.
El expresidente también enfrenta tensiones externas. Recientemente, se mostró irritado tras recibir una notificación judicial en el hospital, relacionada con un proceso por una presunta tentativa de golpe de Estado en 2023. En un video difundido en redes, se le escucha confrontar a la funcionaria encargada de entregarle el documento.
Bolsonaro ha utilizado sus redes sociales para mantenerse activo, incluso desde el hospital. Hace unos días, participó en una transmisión en vivo junto a sus hijos y el ex piloto Nelson Piquet, lo que generó críticas por su aparente vigor en medio de su delicada situación médica.
Su hospitalización ocurre en un contexto políticamente cargado, mientras enfrenta acusaciones por su presunto rol en los disturbios del 8 de enero de 2023, cuando simpatizantes suyos asaltaron las sedes de los poderes del Estado en Brasilia.
Por ahora, la salud de Jair Bolsonaro sigue siendo el foco de atención, mientras Brasil y sus seguidores observan de cerca los próximos reportes médicos que definirán el rumbo de su recuperación.

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Jair Bolsonaro permanece estable, pero su salud sigue en vilo tras cirugía intestinal
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