Una explosión masiva sacudió este sábado el puerto de Shahid Rajai, en la ciudad de Bandar Abbas, al sur de Irán. El incidente dejó un saldo de ocho personas fallecidas y cerca de 750 heridos, según reportes oficiales. Las autoridades aún no han determinado las causas exactas de la tragedia, que ha generado conmoción en la región.
El estallido ocurrió a mediodía, hora local, en los muelles del puerto, un punto clave para el comercio iraní. Varios contenedores que almacenaban productos químicos detonaron, desencadenando una onda expansiva que se sintió a 50 kilómetros a la redonda. Edificios y vehículos en las zonas cercanas resultaron dañados por la fuerza de la explosión.
Hossein Zafari, portavoz de la Organización Nacional de Gestión de Crisis, confirmó que los contenedores contenían sustancias químicas, aunque no se han identificado con precisión. La potencia del estallido provocó temblores en áreas aledañas, lo que intensificó el pánico entre los habitantes de Bandar Abbas, un importante centro petrolero.
Videos difundidos en redes sociales muestran una enorme columna de humo gris elevándose desde el puerto. Las imágenes también captaron escenas de caos, con trabajadores evacuando la zona y equipos de emergencia desplegándose rápidamente. Las operaciones portuarias fueron suspendidas para facilitar las labores de rescate y control del incendio.
El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, expresó su profundo pesar por las víctimas a través de un mensaje en la red social X. Ordenó una investigación exhaustiva para esclarecer las circunstancias del incidente y envió al ministro del Interior, Eskandar Momeni, a la provincia de Hormozgan para supervisar la situación de cerca.
El número de heridos, que inicialmente se reportó en 500, ascendió a casi 750 conforme avanzaban las horas. La mayoría recibió atención ambulatoria, pero al menos 27 personas requirieron cirugías. Las autoridades sanitarias hicieron un llamado urgente a la población para donar sangre ante la magnitud de la emergencia.
La explosión coincidió con un día de negociaciones entre Irán y Estados Unidos en Omán, enfocadas en el programa nuclear iraní. Aunque no hay indicios oficiales de sabotaje, el ministro de Exteriores, Abbas Araghchi, señaló que los servicios de seguridad están en alerta máxima debido a antecedentes de intentos de desestabilización.
Algunas fuentes, como la empresa de seguridad Ambrey, sugieren que el incidente podría estar relacionado con el manejo inadecuado de un cargamento de perclorato de sodio, un componente usado en combustible para misiles. Sin embargo, las autoridades iraníes insisten en que la causa sigue bajo investigación y han descartado cualquier relación con la industria petrolera.
El puerto de Shahid Rajai, ubicado en el estrecho de Ormuz, es vital para el comercio global, ya que por él transita una quinta parte de la producción mundial de petróleo. La suspensión de actividades ha generado preocupación sobre posibles impactos económicos, aunque la Compañía Nacional de Refinado y Distribución de Petróleo aseguró que sus operaciones no se vieron afectadas.
La tragedia ha puesto en el centro la atención sobre la seguridad en instalaciones estratégicas de Irán. Mientras los equipos de emergencia trabajan para extinguir el incendio y asistir a los heridos, la incertidumbre sobre las causas del estallido mantiene en vilo a la población y a la comunidad internacional.

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Explosión en Irán deja ocho muertos y casi 750 heridos en un puerto estratégico
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