La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Lenia Batres, enfrentó un rechazo contundente durante su visita a Villahermosa, Tabasco, como parte de su campaña para las elecciones judiciales del próximo 1 de junio. Lo que prometía ser una conferencia magistral se convirtió en un escenario de protestas, abucheos y hasta burlas por parte de trabajadores del Poder Judicial y ciudadanos indignados.
Al llegar al hotel Tabasco Inn, donde se realizaría el evento “La reforma al Poder Judicial de la Federación”, Batres fue recibida con pancartas que la acusaban de falta de preparación y nepotismo. Frases como “Lenia, ponte a trabajar y estudiar” y “La familia Batres es sinónimo de nepotismo” resonaron en el lugar, mientras los manifestantes portaban orejas de burro para ridiculizar a la ministra.
Los videos que circulan en redes sociales muestran el momento en que los inconformes gritaban “¡Fuera, fuera, fuera!” al paso de Batres, quien optó por no responder a las provocaciones. Los trabajadores del Poder Judicial expresaron su rechazo a la reforma judicial impulsada por Morena, la cual consideran un ataque a la independencia del sistema judicial en México.
La protesta también incluyó críticas a la cercanía de Batres con el partido Morena, especialmente por su relación familiar con Martí Batres, actual director del ISSSTE. Los manifestantes señalaron que su designación como ministra fue más por influencias políticas que por méritos propios, lo que ha generado una percepción de favoritismo.
A pesar del ambiente hostil, el evento continuó con normalidad, y Batres aprovechó para defender la reforma judicial, llamando a votar por un Poder Judicial que “defienda los derechos sociales de los mexicanos”. Sin embargo, su mensaje no logró calmar los ánimos de los presentes, quienes continuaron mostrando su descontento.
Este incidente en Tabasco se suma a otras protestas que la ministra ha enfrentado en su gira por el país. En estados como Puebla y Querétaro, Batres también ha sido cuestionada por ciudadanos y trabajadores judiciales, quienes ven en su campaña un intento de politizar la justicia mexicana.
Las críticas a Batres no son nuevas. Desde su llegada a la Suprema Corte, su preparación ha sido puesta en duda, especialmente tras errores como confundir el apellido de Manuel Crescencio Rejón, figura clave en la historia del juicio de amparo. Estos tropiezos han alimentado el apodo de “Ministra de la Ignorancia” entre sus detractores.
La polarización en torno a la figura de Batres refleja el debate más amplio sobre la reforma judicial propuesta por el gobierno anterior. Mientras sus simpatizantes la ven como una defensora del pueblo, sus críticos la acusan de ser una pieza más en un proyecto político que busca controlar las instituciones judiciales.
El rechazo en Tabasco pone en evidencia el creciente descontento con las figuras asociadas a Morena en el ámbito judicial. A poco más de un mes de las elecciones, este episodio podría afectar la imagen de Batres, quien, según encuestas, no cuenta con un respaldo sólido entre los ciudadanos.