La Secretaría de Salud, encabezada por David Kershenobich, anunció con bombo y platillo el inicio de la Primera Semana Nacional de Vacunación 2025, que se llevará a cabo del 26 de abril al 3 de mayo. Según el funcionario, esta campaña busca aplicar 14 vacunas gratuitas en todo el país para combatir enfermedades como el sarampión, la poliomielitis y la tuberculosis. Pero, ¿es realmente una estrategia sólida o solo una cortina de humo para distraer de otros problemas?
En la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, Kershenobich destacó que las vacunas son clave para la prevención de enfermedades graves. Afirmó que han contribuido a erradicar padecimientos y a aumentar la esperanza de vida. Sin embargo, no mencionó cómo se garantizará que las dosis lleguen a las zonas más marginadas del país, donde históricamente ha habido fallos en la distribución.
La campaña promete ser masiva, con centros de vacunación en hospitales, clínicas, escuelas y espacios comunitarios. Pero las dudas persisten: ¿hay suficientes vacunas para todos? El gobierno asegura que sí, pero en el pasado hemos visto promesas similares que terminan en filas interminables y desabasto. La población espera que esta vez no sea solo un anuncio para la foto.
Entre las vacunas disponibles estarán las que protegen contra sarampión, rubéola, influenza y tétanos, entre otras. Kershenobich subrayó que estas dosis son seguras y han pasado por rigurosos controles. Sin embargo, no se ha transparentado cuántas dosis estarán disponibles ni cómo se distribuirán entre estados y municipios, lo que genera incertidumbre.
El secretario de Salud también habló de la importancia de la “inmunidad de rebaño”, asegurando que cada persona vacunada protege a su comunidad. Aunque el mensaje es válido, el gobierno no explicó cómo incentivará a la población a participar en medio de la desconfianza que han generado otras políticas de salud. ¿Habrá campañas efectivas o solo spots en la mañanera?
Otro punto que llama la atención es el énfasis en la gratuidad de las vacunas. Si bien es un derecho, el gobierno lo presenta como un gran logro, cuando en realidad es una obligación del Estado. La ciudadanía merece más que promesas: quiere resultados concretos y una logística que no deje a nadie fuera.
En un contexto donde enfermedades como el sarampión han resurgido en algunos estados, esta campaña podría ser una oportunidad para fortalecer la salud pública. Pero sin una planeación clara y una ejecución eficiente, corre el riesgo de quedarse en buenas intenciones. La población estará atenta a los resultados reales, no a los discursos.
La Semana Nacional de Vacunación 2025 arrancará en unos días, pero el éxito de esta iniciativa dependerá de la capacidad del gobierno para cumplir lo que promete. Por ahora, el anuncio suena ambicioso, pero las experiencias pasadas invitan al escepticismo. ¿Será esta la excepción o repetiremos los mismos errores de siempre?

Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.
Arranca la Semana Nacional de Vacunación 2025: ¿Otro plan improvisado del gobierno?
Compartir: