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Ricardo de Burgos Bengoetxea arbitrará la final de la Copa del Rey entre Real Madrid y Barcelona

La final de la Copa del Rey 2025, que enfrentará al Real Madrid y al FC Barcelona, ya tiene árbitro designado. Ricardo de Burgos Bengoetxea, del Comité Vasco, será el encargado de dirigir este esperado Clásico el próximo sábado 26 de abril en el estadio La Cartuja de Sevilla. La Real Federación Española de Fútbol anunció la decisión, destacando la experiencia del colegiado en partidos de alta tensión.
De Burgos Bengoetxea, de 39 años, es un árbitro internacional desde 2018 y cuenta con un historial notable en encuentros entre los dos gigantes del fútbol español. Ha dirigido tres Clásicos previos, incluyendo la final de la Supercopa de España 2023, donde el Barcelona se impuso 3-1, y un partido de Liga en 2022-2023, con victoria blaugrana por 2-1. Su designación promete un arbitraje firme en un duelo que paralizará al mundo del fútbol.
En el VAR, Pablo González Fuertes, del Comité Asturiano, será el encargado de supervisar las jugadas polémicas. La presencia del videoarbitraje en la final garantiza una herramienta adicional para tomar decisiones justas, aunque no está exenta de generar debates entre las aficiones. La combinación de De Burgos y González Fuertes busca minimizar errores en un partido donde cada detalle cuenta.
El Real Madrid llega a esta final tras superar a la Real Sociedad en un emocionante encuentro que se definió en la prórroga con un gol de Antonio Rüdiger. Los merengues, dirigidos por Carlo Ancelotti, buscan recuperar el trono copero tras su eliminación en los cuartos de final de la Champions League frente al Arsenal. La Copa del Rey representa una oportunidad para salvar la temporada.
Por su parte, el FC Barcelona avanzó a la final tras eliminar al Atlético de Madrid en una semifinal vibrante. Un gol de Ferran Torres en el partido de vuelta aseguró el pase de los culés, que llegan con confianza bajo la dirección de Hansi Flick. El equipo azulgrana, con un Pedri en gran forma, también tiene la mira puesta en su próximo duelo europeo contra el Inter de Milán.
El estadio La Cartuja, con capacidad para más de 60 mil espectadores, será el escenario de este choque que promete ser una fiesta futbolística. Cada equipo dispondrá de aproximadamente 26 mil entradas para sus aficionados, lo que asegura un ambiente electrizante. La final no solo definirá al campeón, sino que también alimentará la histórica rivalidad entre ambos clubes.
La designación arbitral no ha estado exenta de controversia. Algunos sectores han especulado sobre posibles presiones hacia el árbitro, un tema recurrente en los Clásicos. Sin embargo, De Burgos Bengoetxea ha mantenido un perfil bajo en los días previos, con el objetivo de pasar desapercibido y centrarse en impartir justicia en el terreno de juego.
Este enfrentamiento llega en un momento clave para ambos equipos. El Real Madrid necesita un título para reforzar la confianza de su plantilla, mientras que el Barcelona busca consolidar su buen momento y sumar un nuevo trofeo a su palmarés. La Copa del Rey, a menudo menospreciada frente a la Liga o la Champions, adquiere un valor especial en este contexto.
La final de la Copa del Rey no solo será un espectáculo deportivo, sino también un evento global que captará la atención de millones de personas. La rivalidad entre Real Madrid y Barcelona trasciende fronteras, y este duelo en Sevilla promete emociones intensas. Los aficionados ya cuentan los días para el pitido inicial.

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