El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, se encuentra en el ojo del huracán tras revelarse que su número de teléfono personal estaba disponible públicamente en internet, incluso en plataformas tan inesperadas como sitios de apuestas deportivas. Según un reporte reciente, esta situación expuso potencialmente secretos de seguridad nacional, poniendo en riesgo información sensible del gobierno estadounidense.
Hegseth, una figura controvertida desde su nombramiento, utilizó su número personal para comunicarse a través de la aplicación de mensajería Signal. Este número no solo estaba registrado en redes sociales como WhatsApp y Facebook, sino que también aparecía en un sitio de deportes de fantasía, lo que lo hacía accesible para cualquiera con acceso a internet.
La gravedad del caso radica en que Hegseth, como titular del Pentágono, manejaba información clasificada. A través de Signal, el secretario compartió detalles operativos de ataques militares estadounidenses contra los hutíes en Yemen. Estos mensajes, enviados desde su teléfono personal, podrían haber sido interceptados por adversarios extranjeros, comprometiendo la seguridad de las operaciones.
El escándalo comenzó a destaparse cuando Jeffrey Goldberg, editor en jefe de The Atlantic, reveló que fue incluido por error en un chat de Signal creado por el asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz. En este grupo, Hegseth compartió planes de ataque, exponiendo datos sensibles a un periodista sin darse cuenta de su presencia.
Posteriormente, se descubrió un segundo chat en Signal, creado por el propio Hegseth, que incluía a su esposa, su hermano y su abogado personal. En este grupo, el secretario compartió los horarios de vuelo de aviones militares F/A-18 Hornets, información que, de caer en manos equivocadas, podría haber tenido consecuencias devastadoras.
El uso de un número personal tan expuesto ha levantado críticas sobre la competencia de Hegseth para liderar el Departamento de Defensa. Expertos en ciberseguridad señalan que las comunicaciones de un secretario de Defensa deberían estar entre los activos más protegidos del país, y este descuido representa una vulnerabilidad alarmante.
La Casa Blanca ha intentado minimizar el incidente, afirmando que no se compartió información clasificada. Sin embargo, las críticas no cesan. Líderes demócratas, como el senador Chuck Schumer, han exigido la renuncia de Hegseth, acusándolo de poner en riesgo vidas estadounidenses por su negligencia.
El Pentágono ha anunciado una investigación interna para evaluar el uso de Signal por parte de Hegseth y otros funcionarios. La revisión, solicitada por el Comité de Servicios Armados del Senado, busca determinar si se violaron las políticas de seguridad del Departamento de Defensa.
Este nuevo capítulo en la gestión de Hegseth ha intensificado el escrutinio sobre su liderazgo. Las revelaciones sobre su número de teléfono y el uso indebido de aplicaciones comerciales para comunicaciones oficiales han generado un debate sobre la necesidad de protocolos más estrictos en el manejo de información clasificada.
La polémica, conocida como “Signalgate”, sigue creciendo y pone en duda la capacidad de Hegseth para mantenerse al frente del Pentágono. Mientras las investigaciones avanzan, la presión sobre la administración de Donald Trump para tomar medidas decisivas no hace más que aumentar.

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Escándalo en el Pentágono: El número de teléfono de Pete Hegseth estaba hasta en casas de apuestas
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