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El Colegio de Ingenieros Civiles de Jalisco prende las alarmas por el abasto de agua

El Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Jalisco ha levantado la voz ante un problema que pone en jaque a la entidad: el abasto sostenido de agua. Según los expertos, la infraestructura hídrica actual es obsoleta y no garantiza el suministro a largo plazo para la Zona Metropolitana de Guadalajara y otros municipios.
La presidenta del colegio, Mirna Aideé Avilés, señaló que la red de distribución de agua enfrenta graves problemas. Muchas tuberías tienen hasta 80 años de antigüedad, lo que provoca fugas constantes y un desperdicio significativo del recurso. Colonias como Agua Blanca, Americana y el Centro de Guadalajara son algunas de las más afectadas por esta situación.
El Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado, conocido como SIAPA, arrastra una deuda que limita su capacidad de inversión. A pesar de contar con un presupuesto de casi seis mil millones de pesos, gran parte se destina a nómina y pago de deudas, dejando poco margen para modernizar la infraestructura.
La reciente inauguración de la Presa El Zapotillo, tras 15 años de conflictos, es un paso adelante. Esta obra promete suministrar tres metros cúbicos por segundo a la metrópoli, beneficiando a más de un millón de habitantes. Sin embargo, los ingenieros advierten que no es suficiente para resolver el problema de fondo.
Otro proyecto clave es la Planta Potabilizadora número 5 en Tlajomulco, que abastece 500 litros por segundo a 216 mil personas. Aunque utiliza agua del Lago de Chapala, su impacto es limitado si no se renueva la red de distribución, que pierde hasta el 40% del agua por fugas.
El gobierno de Jalisco, encabezado por Pablo Lemus, ha prometido una inversión de ocho mil millones de pesos para rehabilitar la red de SIAPA y el acueducto Chapala-Guadalajara. Los ingenieros celebran esta iniciativa, pero insisten en que se necesita un plan integral que incluya a la sociedad y a la academia.
Expertos como Arturo Gleason, de la Universidad de Guadalajara, critican que los proyectos hídricos se diseñen sin la participación ciudadana. La modernización del acueducto Chapala-Guadalajara, por ejemplo, se anunció sin consultar a las comunidades afectadas, lo que genera desconfianza.
La sequía que azota a Jalisco agrava el panorama. Las principales presas están por debajo del 50% de su capacidad, y los acuíferos, sobreexplotados, no logran recargarse. Esto pone en riesgo no solo el abasto urbano, sino también la producción agrícola, que representa el 12.8% del PIB nacional.
El Colegio de Ingenieros propone una gestión integral del agua, que combine infraestructura moderna, captación de lluvia y recarga de acuíferos. Sin estas medidas, advierten, Jalisco podría enfrentar una crisis hídrica sin precedentes en los próximos años.
La situación exige soluciones urgentes y coordinadas. Mientras las autoridades y los expertos debaten, los jaliscienses enfrentan la incertidumbre de un recurso vital que se agota sin un plan claro para el futuro.

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