El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aterrizó en Roma la noche del viernes para asistir al funeral del Papa Francisco, un evento que reunirá a más de 200,000 personas en la Plaza de San Pedro. Acompañado por la primera dama, Melania Trump, el mandatario llegó a bordo del Air Force One cerca de las 11 de la noche, hora local, marcando su primer viaje internacional desde que asumió su segundo mandato.
El funeral del Papa Francisco, programado para este sábado, será un acontecimiento de gran relevancia global, con la presencia de al menos 130 delegaciones internacionales. Líderes como el presidente de Argentina, Javier Milei, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el francés Emmanuel Macron y el ucraniano Volodímir Zelenski también estarán presentes. La ceremonia, oficiada por el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, se espera que sea un momento de unidad y reflexión.
Trump, quien no hizo declaraciones a la prensa al llegar, ha expresado su intención de aprovechar este viaje para reunirse con varios líderes extranjeros. Antes de partir de Washington, el presidente señaló que muchos mandatarios han mostrado interés en dialogar con él, especialmente sobre temas comerciales. Estas reuniones podrían fortalecer las relaciones diplomáticas y comerciales de Estados Unidos con socios clave.
La visita de Trump a Roma destaca por su significado diplomático. Es la primera vez desde 2005, cuando George W. Bush asistió al funeral del Papa Juan Pablo II, que un presidente estadounidense en funciones participa en un evento de esta magnitud. La Casa Blanca expresó sus condolencias por la muerte del Papa Francisco, destacando su legado como líder espiritual de más de 1,400 millones de católicos.
El Papa Francisco, quien falleció a los 88 años tras un ictus cerebral, será despedido en una ceremonia solemne. Su cuerpo fue expuesto en la Basílica de San Pedro durante tres días para que los fieles pudieran rendirle homenaje. Este sábado, su féretro será trasladado a la Basílica de Santa María la Mayor, donde será enterrado, siguiendo su deseo de simplicidad.
La presencia de tantos líderes mundiales en Roma convierte al funeral en una oportunidad única para la diplomacia global. Además de los presidentes mencionados, asistirán figuras como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y los reyes de España, Felipe VI y Letizia. La seguridad en la ciudad ha sido reforzada con medidas excepcionales, incluyendo sistemas antidrones y patrullas aéreas.
A pesar de las diferencias ideológicas que Trump tuvo con el Papa Francisco, especialmente en temas como migración y cambio climático, el presidente ha optado por asistir al funeral. Esta decisión refleja la importancia del evento como un punto de encuentro para líderes mundiales. Trump y Melania regresarán a Estados Unidos la noche del sábado, tras una intensa jornada.
El funeral del Papa Francisco no solo marca el fin de un pontificado histórico, sino también el inicio de un nuevo capítulo para la Iglesia católica. Mientras los cardenales se preparan para el cónclave que elegirá al próximo Papa, el mundo observa con atención los movimientos en el Vaticano. La visita de Trump, aunque breve, subraya el peso político y simbólico de este momento.

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Donald Trump llega a Roma para el funeral del Papa Francisco y reuniones clave con líderes mundiales
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