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Autoridades en alerta: denuncias por pinchazos en Metro y Metrobús de CDMX generan preocupación

La Ciudad de México enfrenta una nueva ola de inseguridad en su transporte público. Entre el 14 de marzo y el 19 de abril de 2025, nueve personas denunciaron haber sido víctimas de pinchazos mientras viajaban en el Metro o Metrobús. Las autoridades han activado un protocolo de vigilancia, pero la incertidumbre crece entre los usuarios.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México investiga estos casos, que involucran a siete mujeres y dos hombres, con edades entre 16 y 44 años. Los reportes señalan que las víctimas sintieron un pinchazo súbito en el cuerpo, generando temor por posibles intoxicaciones o delitos más graves. Hasta ahora, no se ha identificado a los responsables.
A pesar de las denuncias, las autoridades aseguran que no se han detectado sustancias nocivas en los exámenes toxicológicos realizados a las víctimas. La Fiscalía ha descartado que estos incidentes estén relacionados con intentos de secuestro, pero la falta de claridad sobre los motivos detrás de los pinchazos mantiene a los ciudadanos en alerta.
El Sistema de Transporte Colectivo Metro y el Metrobús han reforzado la seguridad en sus instalaciones. Se han intensificado los patrullajes y el monitoreo de cámaras de videovigilancia para detectar cualquier comportamiento sospechoso. Sin embargo, los usuarios critican la falta de medidas preventivas efectivas ante este nuevo modus operandi.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana colabora con la Fiscalía y los sistemas de transporte para esclarecer los hechos. Se ha formado un equipo especializado con peritos y policías de investigación, pero hasta el momento no se ha establecido un patrón delictivo claro. Esto genera dudas sobre la capacidad de las autoridades para frenar estas agresiones.
El Metro ha establecido un protocolo claro para los usuarios. Si alguien siente un pinchazo o detecta algo inusual dentro de un vagón, debe jalar la palanca de emergencia. En las estaciones, se recomienda acudir de inmediato al personal de seguridad para recibir apoyo. Estas medidas buscan tranquilizar a la población, pero no han disipado el miedo.
Las víctimas han recibido atención médica inmediata y orientación jurídica. Todas se encuentran fuera de peligro, pero algunas reportaron malestares como mareos tras los incidentes. La ausencia de sustancias en los análisis no reduce la preocupación por la seguridad en el transporte público.
La ciudadanía exige respuestas y acciones concretas. Los pinchazos, aunque no han derivado en delitos mayores, reflejan la vulnerabilidad de los usuarios en un sistema de transporte saturado. Las autoridades prometen mantener la vigilancia, pero los capitalinos se preguntan si será suficiente para garantizar su seguridad.

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