Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.

Autoridades allanan narcorancho con centro de vigilancia en Jalisco: el crimen organizado sigue imparable

En un operativo que sacude a Jalisco, la Secretaría de Seguridad estatal aseguró dos ranchos y una bodega ligados al crimen organizado en los municipios de Teocaltiche y Villa Hidalgo. El hallazgo pone en evidencia la impunidad con la que operan los cárteles en la región, mientras la violencia no da tregua.
El primer golpe ocurrió en Teocaltiche, donde elementos de la Fuerza Interinstitucional Regional fueron atacados a balazos por sujetos armados. Tras repeler la agresión, los agentes descubrieron un rancho que funcionaba como centro de operaciones delictivas, equipado con un sofisticado sistema de videovigilancia para monitorear cualquier movimiento en la zona.
En el mismo municipio, las autoridades localizaron una bodega utilizada para almacenar armas y autopartes robadas. Este descubrimiento revela la diversificación de las actividades ilícitas de los grupos criminales, que no solo trafican drogas, sino que controlan redes de robo y contrabando.
En Villa Hidalgo, otro rancho fue asegurado, confirmando la presencia de estructuras criminales bien organizadas en el estado. Estos inmuebles, conocidos como “narcoranchos”, son utilizados como bases para coordinar actividades delictivas, desde el almacenamiento de armamento hasta la planeación de ataques.
La Secretaría de Seguridad de Jalisco no especificó si hubo detenidos durante los operativos, lo que genera dudas sobre la efectividad de estas acciones para desmantelar las redes criminales. La falta de información detallada alimenta la percepción de que el gobierno no logra contener el avance del crimen organizado.
Este operativo se suma a una serie de hallazgos recientes en Jalisco, donde colectivos como Guerreros Buscadores han expuesto la brutalidad de los cárteles, incluyendo crematorios clandestinos y centros de adiestramiento. La pregunta sigue en el aire: ¿hasta cuándo seguirá la impunidad?
La violencia en el estado no cesa. En marzo, emboscadas atribuidas al Cártel Jalisco Nueva Generación dejaron seis militares muertos en Jalisco y Michoacán. Estos eventos subrayan la incapacidad de las autoridades para frenar a los grupos criminales que operan con total descaro.
Mientras los cárteles fortalecen su control con tecnología y armamento, la ciudadanía vive bajo el temor constante. Los operativos como el de Teocaltiche son un recordatorio de que la inseguridad sigue siendo el mayor desafío en Jalisco, sin que se vea una estrategia clara para enfrentarlo.
El hallazgo de un centro de videovigilancia en manos del crimen organizado pone en evidencia su nivel de organización y recursos. Estos grupos no solo desafían a las autoridades, sino que operan como verdaderas empresas criminales con infraestructura propia.
Jalisco sigue atrapado en una espiral de violencia que parece no tener fin. Los narcoranchos son solo la punta del iceberg de un problema que requiere acciones contundentes y no solo operativos mediáticos que no atacan la raíz del problema.

Compartir:

Noticias Relacionadas