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Starbucks revoluciona su imagen, pero baristas rechazan nuevo código de vestimenta

La cadena de cafeterías más grande del mundo, Starbucks, ha anunciado un cambio radical en el uniforme de sus baristas en América del Norte, que entrará en vigor el próximo 12 de mayo. La medida busca reforzar la identidad de la marca y crear un ambiente más acogedor para los clientes, pero ha generado una ola de críticas entre los empleados.
A partir de la fecha establecida, los baristas deberán usar camisas negras lisas, de manga corta o larga, con opciones de cuello redondo, con botones o tipo polo. Estas se combinarán con pantalones en tonos caqui, negro o mezclilla azul, mientras que el icónico delantal verde seguirá siendo obligatorio.
Starbucks ha prometido proporcionar dos camisetas con su logo a cada empleado para facilitar la transición. Según la empresa, este nuevo código de vestimenta simplificará las normas y permitirá a los baristas centrarse en preparar bebidas de calidad y conectar con los clientes.
Sin embargo, la decisión no ha sido bien recibida por todos. Starbucks Workers United, un sindicato que representa a más de 550 tiendas en Estados Unidos, ha expresado su oposición, argumentando que la empresa debería priorizar problemas más urgentes, como garantizar un número fijo de horas laborales.
Jasmine Leli, barista y delegada sindical, señaló que el cambio obliga a los empleados a gastar en ropa nueva mientras enfrentan salarios ajustados y horarios inestables. Para muchos, esta medida parece un paso atrás en la libertad de expresión que la empresa había promovido en el pasado.
En 2016, Starbucks relajó su código de vestimenta, permitiendo camisas en colores como gris, azul marino y café, además de patrones. En 2019, incluso autorizó un piercing facial pequeño, una política que se mantiene. Estas medidas buscaban dar más espacio a la autoexpresión de los empleados.
La nueva política, sin embargo, elimina gran parte de esa flexibilidad, lo que ha llevado a críticas en redes sociales. Algunos baristas lamentan la pérdida de variedad en colores y consideran la medida poco práctica, especialmente para quienes ya habían invertido en ropa acorde con las normas anteriores.
Starbucks insiste en que el cambio busca ofrecer una experiencia más consistente en sus tiendas. La empresa espera que los delantales verdes destaquen aún más, reforzando la conexión emocional con los clientes en un mercado cada vez más competitivo.
Mientras tanto, el sindicato continúa negociando con la compañía y ha pedido que no se implementen cambios hasta que se alcance un acuerdo laboral. La controversia pone en evidencia las tensiones entre la visión corporativa de Starbucks y las necesidades de sus trabajadores.
El debate está abierto: ¿es este cambio un acierto para revitalizar la marca o una imposición que ignora las verdaderas preocupaciones de los empleados? La respuesta, por ahora, parece dividir a baristas y clientes por igual.

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