En un nuevo episodio que sacude a Jalisco, María del Carmen Morales, integrante del colectivo Guerreros Buscadores, y su hijo Jaime Daniel Ramírez Morales fueron asesinados a balazos en el fraccionamiento Las Villas, en Tlajomulco de Zúñiga. El ataque ocurrió en la madrugada del 24 de abril, mientras las víctimas recolectaban agua en un parque cercano a su hogar, en medio de la escasez que azota la zona.
Según la Fiscalía de Jalisco, el ataque fue directo contra Jaime Daniel, de 27 años. Tres hombres encapuchados, que llegaron en una motocicleta, dispararon sin mediar palabra contra el joven. María del Carmen, de 42 años, salió en defensa de su hijo y encaró a los agresores, quienes no dudaron en dispararle en múltiples ocasiones. Ambos murieron en el lugar antes de que llegara ayuda médica.
María del Carmen era una madre buscadora que desde febrero de 2024 buscaba a otro de sus hijos, Ernesto Julián Ramírez Morales, desaparecido en el mismo municipio. Su labor en el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco la llevó a enfrentarse a la dolorosa realidad de las desapariciones en México, una lucha que, según sus compañeros, pudo haberla puesto en la mira de los criminales.
La Fiscalía de Jalisco afirmó que el ataque no estaría relacionado con la labor de María del Carmen como buscadora, sino que fue dirigido específicamente contra su hijo. Sin embargo, esta versión ha generado indignación entre los colectivos de búsqueda, que señalan la falta de claridad y la criminalización de las víctimas como un patrón recurrente en las investigaciones.
El colectivo Guerreros Buscadores emitió un comunicado exigiendo justicia y una investigación exhaustiva para dar con los responsables del doble homicidio. Además, hicieron un llamado a las autoridades estatales y federales para que tomen medidas efectivas que protejan a las familias buscadoras, quienes enfrentan riesgos constantes en su lucha por encontrar a sus seres queridos.
Este crimen se suma a una lista alarmante: según datos periodísticos, entre 2010 y abril de 2025, al menos 27 personas que buscaban a familiares desaparecidos han sido asesinadas en México. La violencia contra las madres buscadoras refleja una crisis de seguridad que parece no tener freno, dejando a comunidades enteras en la indefensión.
La Secretaría de Gobernación, a través de Rosa Icela Rodríguez, condenó el asesinato y expresó su compromiso con la justicia. Sin embargo, las palabras de condolencia contrastan con la falta de resultados concretos en la protección de quienes, como María del Carmen, arriesgan todo por encontrar a los suyos.
En Tlajomulco, la presencia de la Guardia Nacional y la policía local no evitó la tragedia. Vecinos reportaron que las detonaciones alertaron a la comunidad, pero la respuesta de las autoridades fue tardía. Los cuerpos de María del Carmen y Jaime Daniel fueron levantados por el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, mientras las investigaciones apenas comienzan.
María del Carmen deja a dos hijas, de 19 y 10 años, quienes ahora enfrentan el duelo y la incertidumbre. El colectivo Guerreros Buscadores también pidió que se resuelva el caso de Ernesto Julián, el hijo desaparecido de María del Carmen, cuyo paradero sigue siendo un misterio.
Este doble homicidio no solo enluta a una familia, sino que pone en evidencia la vulnerabilidad de quienes buscan a los desaparecidos en un país donde la violencia y la impunidad reinan. La muerte de María del Carmen y Jaime Daniel es un recordatorio doloroso de que, en México, buscar justicia puede costar la vida.

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Madre buscadora y su hijo asesinados a balazos en Jalisco: la violencia que no cesa
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