La inflación en México ha vuelto a tomar fuerza. En la primera quincena de abril de 2025, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un aumento anual del 3.96%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este incremento marca un repunte frente al 3.80% de marzo, aunque se mantiene dentro del rango objetivo del Banco de México (Banxico).
El aumento en los precios no fue una sorpresa total. Analistas ya esperaban un ligero repunte, pero el dato superó las estimaciones, que rondaban el 3.93%. Este comportamiento refleja presiones en diversos sectores, especialmente en los servicios y los productos agropecuarios, que han visto alzas significativas en las últimas semanas.
El componente subyacente, que excluye los productos más volátiles como alimentos frescos y energéticos, también mostró un incremento. En abril, este índice alcanzó el 3.90% anual, impulsado principalmente por el encarecimiento de los servicios, que subieron un 4.60%. Este dato preocupa a los expertos, ya que los servicios suelen ser un indicador de tendencias inflacionarias más estables.
Por otro lado, los bienes agropecuarios no se quedaron atrás. Los precios de frutas, verduras y productos pecuarios registraron un aumento anual del 4.41%. Esto se debe, en parte, a factores climáticos y a la volatilidad en la producción agrícola, que han afectado la oferta de ciertos alimentos básicos.
El índice no subyacente, que incluye energéticos y tarifas reguladas, también contribuyó al alza general, con un incremento del 3.95%. Aunque los precios de los combustibles se han mantenido relativamente estables, algunos productos específicos, como la electricidad, han registrado incrementos que impactan directamente el bolsillo de los consumidores.
A pesar de este repunte, la inflación sigue dentro del rango objetivo de Banxico, que es del 3% con un margen de un punto porcentual. Esto ha mantenido vivas las expectativas de que el banco central continúe con su estrategia de recortes a la tasa de interés. En mayo, se espera un nuevo ajuste a la baja de 50 puntos base, lo que llevaría la tasa a un nivel más accesible para estimular la economía.
Sin embargo, no todo es optimismo. La economía mexicana enfrenta retos importantes. La desaceleración económica y las amenazas comerciales externas, como las políticas proteccionistas de Estados Unidos, podrían complicar el panorama. Un aumento sostenido en los precios podría erosionar el poder adquisitivo de las familias mexicanas.
Los productos que más subieron en esta quincena incluyen alimentos básicos y servicios esenciales. Por ejemplo, los costos de loncherías, fondas y taquerías, así como de la electricidad, han golpeado directamente a los hogares. En contraste, algunos productos como el transporte aéreo y ciertos alimentos frescos mostraron bajas, aunque no suficientes para compensar las alzas generales.
El panorama económico sigue siendo incierto. Aunque la inflación no ha salido del control, su reciente aceleración enciende las alertas. Los analistas advierten que, si las presiones en los servicios y los agropecuarios persisten, Banxico podría reconsiderar su estrategia de relajación monetaria en el mediano plazo.
Mientras tanto, los consumidores mexicanos seguirán sintiendo el impacto de estos incrementos en su día a día. La inflación, aunque moderada, continúa siendo un recordatorio de los desafíos que enfrenta el país para mantener la estabilidad económica en un entorno global complejo.

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La inflación en México acelera y alcanza el 3.96% en abril: ¿qué está pasando con los precios?
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