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Fabbio, el perrito que conquistó a México con su pasión por Checo Pérez, ha fallecido

El mundo del automovilismo mexicano está de luto tras la triste noticia del fallecimiento de Fabbio, el entrañable perrito que se convirtió en un ícono por su devoción al piloto Sergio “Checo” Pérez. A sus 16 años, Fabbio dejó este mundo el pasado 23 de abril, dejando un legado de alegría y creatividad que tocó los corazones de miles de aficionados.
Fabbio, un maltés lleno de carisma, se hizo famoso por recorrer las calles de la Ciudad de México a bordo de una réplica del monoplaza RB19 de Red Bull, vestido con un uniforme idéntico al de Checo. Su dueño, Jorge Alvarado, fue el cerebro detrás de esta original idea, transformando una bicicleta en un pequeño bólido que capturaba todas las miradas.
La imagen de Fabbio, con su pequeño casco y gafas, circulando por avenidas como Reforma, se volvió viral en redes sociales como TikTok e Instagram. Su réplica del auto de Fórmula 1, decorada con los colores y patrocinadores de Red Bull, era una obra de arte que reflejaba la pasión de Jorge por el automovilismo y su admiración por Checo Pérez.
En 2022, la popularidad de Fabbio alcanzó su punto más alto cuando él y Jorge fueron invitados a una conferencia de prensa previa al Gran Premio de México. Allí, cumplieron el sueño de conocer a Checo Pérez en persona, un momento que quedó grabado en la memoria de los fans y que el propio piloto celebró con entusiasmo.
El encuentro fue un hito para Fabbio, quien se convirtió en un embajador no oficial del automovilismo mexicano. Su presencia en eventos como el Gran Premio de México y otras categorías, como la Fórmula E, lo consolidó como una figura querida por los aficionados, que lo veían como un símbolo de lealtad y creatividad.
Jorge Alvarado, quien dedicó años a compartir las aventuras de Fabbio, anunció con profundo dolor la partida de su compañero. En los últimos días, el perrito había estado delicado de salud y, pese a los esfuerzos por salvarlo, no pudo superar sus complicaciones. La noticia conmocionó a la comunidad de fans, que llenaron las redes con mensajes de cariño.
La historia de Fabbio trascendió más allá de las pistas. Marcas como Mobil y figuras del automovilismo, incluyendo a Antonio Pérez, hermano de Checo, expresaron sus condolencias, destacando el impacto que este pequeño tuvo en la cultura automovilística mexicana. Su monoplaza en miniatura incluso incluía detalles como un sistema DRS funcional, mostrando el nivel de dedicación de Jorge.
Fabbio no solo fue un perrito, sino un reflejo del amor incondicional entre un humano y su mascota, y de cómo la pasión por un deporte puede unir a una comunidad. Aunque su partida deja un vacío, su legado perdurará en las fotos, videos y recuerdos de quienes lo vieron “correr” por las calles de México.

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