El primer ministro de Canadá, Mark Carney, ha lanzado una grave acusación contra Estados Unidos. En un discurso contundente, afirmó que el presidente Donald Trump utiliza la guerra comercial como una herramienta para someter a su país. Según Carney, los aranceles impuestos por Washington no son solo una medida económica, sino un intento deliberado de debilitar a Canadá y controlar sus decisiones.
La declaración surge en medio de tensiones crecientes entre ambos países. Desde que Trump asumió la presidencia, ha implementado aranceles significativos a productos canadienses, como el acero y el aluminio, afectando sectores clave de la economía del país vecino. Carney describió estas acciones como una estrategia para “romper” a Canadá y convertirlo en un subordinado de Estados Unidos.
El gobierno canadiense ha respondido con medidas propias. Canadá ha impuesto aranceles retaliatorios a bienes estadounidenses, buscando proteger su economía. Sin embargo, Carney advirtió que estas acciones no serán suficientes si no hay una cooperación internacional más amplia. Propuso trabajar de cerca con la Unión Europea y el Reino Unido para contrarrestar las políticas comerciales de Trump.
La guerra arancelaria no solo afecta a Canadá. México también ha sentido los impactos de las políticas de Trump, con aranceles que han complicado las exportaciones automotrices y de otros sectores. La relación comercial en América del Norte, antes fortalecida por el T-MEC, enfrenta ahora un panorama incierto.
Carney destacó las consecuencias económicas para los ciudadanos canadienses. Los aranceles han elevado los precios de productos básicos y generado preocupación en industrias como la automotriz y la manufacturera. Miles de empleos están en riesgo, y las pequeñas empresas enfrentan dificultades para mantenerse competitivas en un mercado afectado por estas medidas.
El primer ministro también hizo un llamado a la unidad nacional. En su discurso, pidió a los canadienses mantenerse firmes ante las presiones externas y proteger su soberanía económica. Recordó que Canadá ha enfrentado desafíos similares en el pasado y ha salido adelante con determinación.
Por su parte, la Casa Blanca no ha respondido directamente a las acusaciones de Carney. Sin embargo, Trump ha defendido sus políticas comerciales en repetidas ocasiones, argumentando que buscan proteger los intereses de Estados Unidos y traer empleos de vuelta al país. Esta postura ha generado críticas no solo en Canadá, sino también en otros aliados internacionales.
La situación sigue en desarrollo, con negociaciones comerciales en curso. Analistas advierten que una escalada en esta guerra arancelaria podría tener efectos devastadores para la economía global. Por ahora, Canadá se prepara para un escenario complejo, mientras busca aliados para enfrentar las políticas de Trump.
El conflicto comercial pone en evidencia las tensiones en las relaciones bilaterales. Lo que comenzó como una disputa económica ha tomado un tono político, con acusaciones de intenciones más allá de lo comercial. Canadá, según Carney, no está dispuesto a ceder ante lo que considera un ataque a su independencia.

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Estados Unidos busca dominar a Canadá con una guerra arancelaria, acusa el primer ministro
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