El canciller Juan Ramón de la Fuente, una de las piezas clave del gobierno de Claudia Sheinbaum, acaba de anunciar un nuevo acuerdo con la empresa brasileña Embraer para traer aviones a Mexicana de Aviación. Según el funcionario, los primeros aparatos llegarán en julio de 2025. Pero, ¿es esto una solución real o solo otro anuncio rimbombante para tapar los problemas de la aerolínea estatal?
Mexicana de Aviación, relanzada con bombos y platillos por el gobierno de Morena, ha sido un proyecto lleno de tropiezos. Desde su reinauguración en diciembre de 2023, la aerolínea operada por el Ejército mexicano ha enfrentado críticas por su falta de aviones, rutas canceladas y una operación que no termina de despegar. Ahora, el gobierno promete que con estos nuevos aviones se fortalecerá la conectividad del país. ¿Será esta la salvación que tanto presumen?
El acuerdo con Embraer no es poca cosa. Se trata de 20 aviones nuevos, divididos en 10 modelos E190-E2 y 10 E195-E2, que supuestamente modernizarán la flota de Mexicana. Estos aparatos, según la Secretaría de Relaciones Exteriores, incorporan tecnología de punta y motores eficientes que reducirán costos y emisiones. Sin embargo, la promesa de una llegada en julio suena lejana cuando la aerolínea lleva meses luchando por mantenerse a flote.
La reunión entre De la Fuente y Fabio Caparica, vicepresidente de Embraer, también incluyó al embajador de Brasil en México, Nedilson Jorge. Ahí no solo se habló de aviones, sino de una colaboración más amplia entre México y Brasil. Desde cadenas de suministro hasta desarrollo tecnológico, el gobierno de Sheinbaum parece querer vender este acuerdo como un gran paso para la industria aeronáutica nacional. Pero, ¿quién garantiza que no será otro elefante blanco?
Uno de los puntos que más ha llamado la atención es la mención de la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio, con sede en México. Según el canciller, este proyecto será una plataforma para la cooperación regional. Aunque suena ambicioso, muchos se preguntan qué tan prioritario es hablar de espacio cuando Mexicana de Aviación no puede ni siquiera cumplir con sus rutas nacionales. ¿No sería mejor enfocarse en lo básico antes de soñar con las estrellas?
El relanzamiento de Mexicana ha sido un proyecto personal del gobierno de Morena, primero bajo Andrés Manuel López Obrador y ahora con Claudia Sheinbaum. Sin embargo, los resultados no han sido los esperados. En su primer año, la aerolínea transportó poco más de 380 mil pasajeros, muy lejos de los 3 millones que se prometieron para 2027. Además, la cancelación de ocho rutas nacionales a inicios de 2025 dejó a miles de pasajeros varados y generó una ola de críticas.
La inversión en Mexicana no ha sido barata. Se habla de más de 20 mil millones de pesos para la compra de estos aviones, sin contar los miles de millones que ya se gastaron en el arranque de la aerolínea. Mientras tanto, los mexicanos siguen esperando una aerolínea que realmente sea “del pueblo” y no solo un proyecto político para presumir en conferencias mañaneras. ¿Podrá este acuerdo con Embraer cambiar el rumbo?
La pregunta que queda en el aire es si el gobierno de Sheinbaum logrará cumplir esta promesa o si, como en otros proyectos de Morena, todo quedará en buenas intenciones. Por lo pronto, los nuevos aviones no llegarán hasta dentro de varios meses, y Mexicana de Aviación seguirá operando con una flota limitada. Mientras tanto, los ciudadanos se preguntan: ¿cuándo volará de verdad la aerolínea que nos prometieron?