Jorge Mario Bergoglio, conocido como el Papa Francisco, fue uno de los pocos argentinos que no presenció el histórico triunfo de su selección en el Mundial de Qatar 2022. A pesar de ser un apasionado del fútbol y fiel seguidor de San Lorenzo, el pontífice no vio a Lionel Messi levantar la Copa del Mundo. El motivo: una promesa hecha en 1990 a la Virgen del Carmen, por la cual decidió dejar de ver televisión.
El 18 de diciembre de 2022, mientras Argentina enfrentaba a Francia en una final épica, Francisco estaba ocupado en una reunión en el Vaticano. Según relató en una entrevista, ese día recibió a cinco pilotos de Alitalia y sus esposas. La conversación giró en torno a temas cotidianos, como el vino argentino, y no hubo espacio para seguir el partido en directo.
Francisco, quien falleció a los 88 años, siempre mostró su amor por el fútbol. Durante su pontificado, promovió el deporte como una herramienta de unión y valores. Creó el Partido por la Paz, un evento que reunió a más de 150 estrellas del fútbol en Roma, con la última edición en 2022 dedicada a Diego Armando Maradona. Sin embargo, su compromiso con la promesa de 1990 lo alejó de los momentos más memorables de la Albiceleste.
La promesa de no ver televisión no fue algo pasajero. Desde 1990, el Papa mantuvo esta disciplina con pocas excepciones, como eventos de gran relevancia mundial o tragedias. Ni siquiera la final del Mundial de Brasil 2014, donde Argentina perdió contra Alemania, logró romper su voto. Esta decisión sorprendió a muchos, dado su profundo arraigo al fútbol argentino.
En una entrevista con el diario argentino La Nación, Francisco compartió cómo vivió el día de la final de 2022. Al regresar de su reunión, alguien le informó que Argentina iba ganando 3-2 o 3-1, aunque no recordaba con exactitud. Más tarde, supo que la victoria se definió en penales, lo que lo llevó a reflexionar sobre la mentalidad argentina.
El Papa aprovechó para analizar el carácter de su pueblo: “A los argentinos nos gusta empezar bien, pero nos falta constancia para llegar hasta el final”. Comparó el fútbol con la vida, destacando que los partidos, como los desafíos, deben lucharse hasta el último minuto. Esta reflexión mostró su capacidad para encontrar lecciones incluso en un partido que no vio.
A pesar de no haber presenciado las finales de 2014 y 2022, Francisco siempre expresó admiración por Lionel Messi. Lo describió como un jugador “correctísimo” y un símbolo de excelencia. Aunque su promesa lo privó de ver los triunfos en el campo, su apoyo a la selección nunca estuvo en duda.
El legado de Francisco trasciende el fútbol. Su amor por el deporte lo llevó a promover valores de respeto y trabajo en equipo a través de iniciativas como el Partido por la Paz. Su historia, marcada por la disciplina de cumplir una promesa, deja una huella de coherencia y compromiso con sus creencias.
La noticia de su fallecimiento en abril de 2025 conmocionó al mundo del fútbol. Clubes y aficionados recordaron al Papa que, aunque no vio a Argentina campeón, siempre llevó el espíritu del deporte en su corazón. Su devoción por San Lorenzo y su visión del fútbol como un medio para unir a las personas perdurarán en la memoria colectiva.

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El Papa Francisco se perdió la gloria de Argentina en el Mundial 2022 por esta razón
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