Una protesta impactante sacudió las calles de Miami este viernes, cuando una activista de PETA Latino, disfrazada de una serpiente de tres metros, se plantó frente a la tienda de Louis Vuitton en el exclusivo Design District. La acción buscaba denunciar el uso de pieles exóticas, especialmente de serpientes, por parte de la reconocida marca de lujo francesa.
La manifestación forma parte de una campaña global de Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) para exponer lo que consideran prácticas crueles en la industria de la moda. Según los activistas, las serpientes sufren métodos brutales para obtener sus pieles, un proceso que califican de innecesario y éticamente inaceptable.
Wendy Fernández, una de las activistas presentes, explicó que las serpientes son golpeadas con martillos y cortadas con navajas, a menudo mientras aún están conscientes. Estas prácticas, aseguró, son comunes en las granjas que abastecen a marcas como Louis Vuitton, lo que motivó la protesta en Miami.
La activista disfrazada de serpiente captó la atención de transeúntes y compradores, quienes se detuvieron a observar el mensaje que PETA intentaba transmitir. La organización busca no solo visibilizar el sufrimiento animal, sino también promover alternativas sostenibles y libres de crueldad.
Fernández destacó que existen materiales innovadores que imitan las texturas de las pieles exóticas sin dañar a los animales. Según ella, estas opciones están revolucionando la industria de la moda y son una solución tanto ética como amigable con el medio ambiente.
La protesta también incluyó críticas a Louis Vuitton por su falta de respuesta ante los intentos de diálogo de PETA. Fernández lamentó que la marca no haya mostrado disposición para cambiar sus prácticas, lo que ha llevado a la organización a intensificar sus acciones públicas.
Otras marcas de lujo, como Chanel, Calvin Klein y Victoria Beckham, han dado pasos importantes al eliminar las pieles exóticas de sus colecciones. PETA señaló que estas decisiones reflejan un cambio en la industria, impulsado por la creciente conciencia de los consumidores.
La acción en Miami no solo buscaba confrontar a Louis Vuitton, sino también educar al público sobre el costo real de los productos de lujo hechos con pieles animales. La imagen de la serpiente gigante se convirtió en un símbolo poderoso de esta lucha por los derechos de los animales.
PETA espera que protestas como esta generen un impacto duradero, animando a más marcas y consumidores a optar por alternativas libres de crueldad. La organización continúa su campaña a nivel mundial, llevando su mensaje a las puertas de las casas de moda más influyentes.