Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.

Violencia descontrolada en Jalisco, Michoacán y Guanajuato: carreteras bloqueadas y vehículos en llamas

Una ola de violencia sacudió este miércoles a tres estados de México, dejando un rastro de caos y temor. En Jalisco, Michoacán y Guanajuato, grupos criminales realizaron bloqueos carreteros, incendiaron vehículos y atacaron comercios, en una aparente reacción a operativos contra el Cártel Jalisco Nueva Generación. Los hechos comenzaron alrededor de las tres de la tarde y se prolongaron por horas, paralizando la circulación en múltiples puntos.
En Michoacán, al menos diez municipios fueron escenario de esta jornada violenta. Desde Apatzingán hasta Uruapan, los delincuentes incendiaron camiones, autos particulares y hasta un autobús de pasajeros. En Apatzingán, dos tiendas Oxxo fueron consumidas por las llamas, mientras que en Zamora y La Piedad se reportaron bloqueos con vehículos en fuego, afectando a cientos de automovilistas varados.
Jalisco no escapó de la furia criminal. En la carretera México-Guadalajara, a la altura de la caseta de Ocotlán, un tráiler en llamas bloqueó el paso, generando un caos vial. Otros puntos, como Carapan y Chilchota, también fueron escenario de vehículos incendiados, con reportes de civiles armados sembrando el pánico entre los conductores.
Guanajuato, en su zona suroeste, también sufrió las consecuencias. En Pénjamo y Abasolo, al menos cuatro tráileres fueron quemados en carreteras clave, como la Pénjamo-La Piedad. Testigos relataron detonaciones de arma de fuego, mientras los responsables huían, dejando tras de sí un panorama de destrucción y temor.
La Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán confirmó que los bloqueos son una respuesta de grupos delictivos a operativos de las fuerzas federales. Elementos de la Guardia Nacional, el Ejército y la Guardia Civil fueron desplegados en las regiones afectadas, pero hasta el momento no se reportan detenciones ni víctimas, solo pérdidas materiales.
El impacto de esta violencia se extendió más allá de las carreteras. En Michoacán, la empresa Estafeta anunció que suspendería sus operaciones de recolección y entrega en varias zonas, incluyendo Apatzingán y Zamora, para proteger a sus empleados y envíos. Los ciudadanos, por su parte, recibieron alertas para evitar circular por las zonas afectadas.
Fuentes de inteligencia atribuyen estos actos al Cártel Jalisco Nueva Generación, que habría reaccionado ante un operativo de élite dirigido contra sus operadores. La detención de un presunto líder criminal en la región podría haber desencadenado esta violenta respuesta, según reportes preliminares.
Mientras las autoridades intentan restablecer el orden, la población vive con miedo. Los bloqueos y los incendios no solo interrumpieron la movilidad, sino que evidenciaron la fragilidad de la seguridad en estas regiones. Los operativos conjuntos entre los gobiernos federal, estatal y municipal continúan, pero la calma parece lejana.
La jornada de este 23 de abril dejó claro que la inseguridad sigue siendo un problema sin control en amplias zonas del país. Los habitantes de Jalisco, Michoacán y Guanajuato enfrentan ahora las secuelas de un día marcado por el fuego y el caos, mientras las autoridades luchan por contener a los grupos criminales.

Compartir:

Noticias Relacionadas