Hoy, 23 de abril, el mundo conmemora el Día Mundial del Libro y de los Derechos de Autor, una fecha que cumple 30 años desde que la Unesco la instauró en 1995. Esta celebración busca fomentar la lectura, honrar a los autores y proteger la propiedad intelectual, pero su impacto varía en cada rincón del planeta.
La elección del 23 de abril no es casual. Coincide con el fallecimiento de gigantes literarios como Miguel de Cervantes, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega en 1616, aunque con matices históricos: Cervantes murió el 22 y fue enterrado el 23, mientras que Shakespeare falleció el 23 de abril según el calendario juliano, equivalente al 3 de mayo en el gregoriano. Esta fecha simbólica conecta a la humanidad con el poder transformador de la literatura.
En España, la celebración alcanza su punto más alto con la entrega del Premio Cervantes, el galardón más prestigioso de las letras hispanas. Este año, el escritor Álvaro Pombo fue reconocido por crear “un mundo literario propio que conmueve”, en una ceremonia presidida por los reyes. La tradición de Sant Jordi en Cataluña también brilla, con calles llenas de rosas y libros, un gesto que une a parejas y amigos en un homenaje a la cultura.
En América Latina, países como Argentina y Colombia centran sus festejos en las Ferias del Libro, que abrirán sus puertas el 24 y 25 de mayo, respectivamente. En Cuba, el Día del Idioma de los Hispanohablantes se celebra con una ofrenda floral ante la estatua de Cervantes en La Habana, donde el escritor Leonardo Padura participará en un acto que resalta la riqueza del español.
Europa no se queda atrás. En Francia, Bélgica y Suiza, unas 700 librerías independientes regalarán 26,000 libros y rosas a sus clientes durante la 27ª edición del Festival de las Librerías Independientes. Alemania, por su parte, distribuirá un millón de ejemplares de “Cool wie Bolle” a estudiantes de cuarto y quinto grado, mientras la Asociación de Editores y Libreros lanza un sello postal conmemorativo.
En Marruecos, la 30ª edición del Salón Internacional del Libro de Rabat reúne a 750 expositores de 51 países, homenajeando al Emirato de Sharjah y a los emigrantes marroquíes. Sin embargo, no todos celebran el 23 de abril: Uruguay lo hace el 26 de mayo, Países Bajos en marzo con la Boekenweek, y Reino Unido e Irlanda el primer jueves de marzo.
Pese a las festividades, la Unesco advierte sobre retos urgentes. Audrey Azoulay, directora de la organización, subraya que “abrir un libro es como abrir una ventana a otro mundo”, pero muchas comunidades carecen de recursos en su lengua materna. La alfabetización y el acceso universal a los libros siguen siendo asignaturas pendientes, especialmente en regiones como Brasil, donde el 53% de la población no lee.
Río de Janeiro, nombrada Capital Mundial del Libro 2025, busca revertir esta tendencia con iniciativas para promover la lectura. La ciudad apuesta por empoderar a los jóvenes y abordar la diversidad lingüística, un desafío global que requiere esfuerzos conjuntos para que los libros lleguen a todos.
El Día Mundial del Libro no solo celebra la literatura, sino que recuerda su papel como puente entre culturas y motor de cambio. Desde las calles de Barcelona hasta las librerías de Tokio, la pasión por los libros une al mundo, aunque el camino hacia la igualdad en el acceso a la lectura aún es largo.

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Treinta años del Día del Libro: celebraciones que unen al mundo y retos que persisten
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