La joven actriz Sophie Nyweide, conocida por sus papeles en producciones como La Ley y el Orden y Mamut, falleció el pasado 14 de abril a los 24 años en Manchester, Vermont. Su muerte ha conmocionado a la industria del entretenimiento y a sus seguidores, quienes recuerdan su talento y carisma en la pantalla desde una edad muy temprana.
Nyweide, nacida el 8 de julio de 2000 en Burlington, Vermont, comenzó su carrera a los seis años con un papel en la película Bella, un drama dirigido por Alejandro Monteverde que ganó el Premio del Público en el Festival de Toronto. Este debut marcó el inicio de una prometedora trayectoria que la llevó a compartir pantalla con grandes estrellas de Hollywood.
Entre sus trabajos más destacados está su interpretación en Mamut (2009), donde dio vida a la hija de los personajes de Gael García Bernal y Michelle Williams. Su actuación en esta cinta mostró su capacidad para manejar papeles emocionalmente complejos, consolidándola como una joven promesa en la actuación.
En 2014, Sophie participó en Noé, la épica bíblica de Darren Aronofsky, interpretando a la hija menor de Noé, encarnado por Russell Crowe. La película, con un elenco estelar que incluía a Jennifer Connelly y Emma Watson, fue uno de los puntos altos de su carrera, aunque también uno de los últimos proyectos en los que apareció.
Además de su trabajo en cine, Nyweide tuvo una breve pero memorable participación en la icónica serie La Ley y el Orden en 2007. También formó parte del programa What Would You Do? en 2015, su última aparición conocida en pantalla, marcando el fin de su carrera actoral a los 15 años.
Según el obituario publicado por su familia, Sophie era una persona creativa y sensible, apasionada por la escritura y el dibujo. Sus obras reflejaban tanto su profundidad emocional como el dolor que enfrentó en su vida personal, luchas que, según sus seres queridos, marcaron su camino.
Aunque no se ha confirmado la causa exacta de su muerte, la familia sugirió que Sophie recurrió a la automedicación para lidiar con traumas y sentimientos de vergüenza. Este hábito, según el comunicado, pudo haber contribuido a su fallecimiento, dejando un vacío en quienes la conocieron y admiraron.
En lugar de flores, la familia pidió que se realicen donaciones a RAINN, una organización dedicada a apoyar a víctimas de abuso sexual. La muerte de Sophie Nyweide no solo deja un legado artístico, sino también un recordatorio de la importancia de la salud mental y el apoyo a los jóvenes en la industria del entretenimiento.

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Tragedia en Hollywood: Muere Sophie Nyweide, exestrella infantil, a los 24 años
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