Un poderoso terremoto de magnitud 6.2 estremeció Estambul este miércoles, con epicentro en la periferia occidental de la ciudad, en el distrito de Silivri, a unos 60 kilómetros del centro histórico. El sismo, que ocurrió a las 12:49 hora local, provocó escenas de caos en la metrópoli turca, la más grande de Europa, donde miles de personas salieron a las calles presas del pánico.
El movimiento telúrico, registrado a una profundidad de 6.9 kilómetros en la falla geológica del mar de Mármara, no causó derrumbes significativos en viviendas, negocios o infraestructuras, según las autoridades. Sin embargo, un edificio abandonado de tres plantas en el distrito de Fatih colapsó, aunque no se reportaron víctimas, ya que estaba deshabitado desde hace una década.
Los hospitales de Estambul atendieron a 151 personas heridas, la mayoría por lesiones sufridas al intentar evacuar edificios en medio del pánico. Muchos residentes saltaron desde ventanas o balcones bajos, lo que resultó en fracturas y contusiones. Las autoridades confirmaron que no hay víctimas mortales hasta el momento.
El sismo generó seis réplicas de magnitud superior a 4 en las dos horas posteriores, lo que mantuvo a la población en alerta. En varios distritos cercanos al epicentro, como Beyoglu y Taksim, los vecinos permanecieron en las calles, temerosos de regresar a sus hogares ante la posibilidad de nuevos temblores.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que está siguiendo de cerca los acontecimientos y que los servicios de emergencia están desplegados. La agencia de gestión de desastres, AFAD, activó el Plan Nacional de Intervención de Desastres para coordinar las labores de respuesta y evaluación.
Las autoridades locales han preparado refugios temporales en parques y escuelas para quienes no se sienten seguros en sus viviendas. El ministro de Infraestructuras, Abdulkadir Uraloglu, aseguró que no se detectaron daños en carreteras, aeropuertos, trenes ni líneas de metro, lo que permitió mantener la operatividad de la ciudad.
Estambul, con unos 16 millones de habitantes, se encuentra a solo 20 kilómetros de la falla de Anatolia del Norte, una de las más activas del mundo. Los sismólogos han advertido durante años sobre la probabilidad de un gran terremoto en las próximas décadas, lo que mantiene en vilo a la población y a las autoridades.
Este evento revive el temor al “gran temblor”, un riesgo constante en la ciudad. En noviembre pasado, un sismo menor ya había causado pánico, aunque sin daños ni heridos. Por ahora, Estambul respira aliviada, pero la incertidumbre persiste ante la amenaza de futuros movimientos telúricos.

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Fuerte sismo de magnitud 6.2 sacude Estambul y desata el pánico con 150 heridos
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